José Luis Ceja Guerra
A unas horas casi del proceso interno del PRD al menos en Jiquilpan ya sabemos qué esperar en la jornada de elección y créame no será algo digno de presumir. Más allá del triste espectáculo dado este fin de semana en que llegaron a los golpes, los motivos de la trifulca son, por un lado, cuestiones que debieron dirimirse en lo corto, pero por otro lado el señalamiento de aviadora a la administradora de mercados de Jiquilpan es un asunto público y créame, no es único.
Es sabido que cuando el edil de Jiquilpan se ausenta de sus oficinas, los funcionarios desaparecen como por arte de magia o cambian sus oficinas de atención a las diferentes plazas de la ciudad y lo mismo vemos al director de Atención Ciudadana fumando tranquilamente en la plaza Zaragoza que al resto de los directores en el mercado o comprando fruta en los carritos semi fijos.
Lo curioso es que justamente en el marco de la disputa perredista de hace unos días fueron esos los principales argumentos y parece ser que la tónica de ahora en adelante será la de denostar al contrario antes que ponderar los logros propios, eso es una forma de hacer política también.
En el ánimo de hacerse los vivos, un comunicador local y un pre aspirante a la alcaldía de Jiquilpan pretendieron engañar a su audiencia y quedaron en el más absoluto de los ridículos: resulta que Marco Valencia, uno de los aspirantes a la candidatura de Acción Nacional a la presidencia de Jiquilpan ganó la licitación para la obra de remodelación de la Plaza Zaragoza y un vivo comunicador intentó aprovechar ese hecho para otorgarle promoción que no fuera fiscalizada por las autoridades electorales y, triste, resultado, el presentador de las noticias anunció la entrevista como “una entrevista con uno de los candidatos de Acción Nacional” queda esto para el anecdotario pues.
Ya en el terreno serio de la política, indudablemente que la elección del PRD del próximo domingo dejará heridas casi incurables pes para nadie es un secreto que el grupo Foro Nuevo Sol es el predominante tanto por el número de aspirantes presentados como por el hecho de que su líder Silvano Aureoles ha logrado colocarse en lo que quizá sea la más alta investidura lograda por un político de izquierda en la historia moderna de México.
Sumado a ello, las corrientes de menor peso se han empeñado en una guerra interna en la que buscan debilitar hasta el punto de desaparecer a las corrientes más débiles en la intención de generar un contrapeso al Foro Nuevo Sol.
La estrategia pudiera funcionar en caso de que las corrientes, algunas formadas al vapor, lograran consolidar un ideario y un liderazgo propio pues al menos la mitad de los grupos participantes en sus carros de propaganda aseguran tener el apoyo y el liderazgo del fundador de este partido Cuauhtémoc Cárdenas, lo que, créame, no es ninguna garantía de nada.
Quienes también renovarán consejo estatal serán los priistas aunque, ya sabemos, los tricolores acostumbran a hacerlo más en el estilo del PAN a puerta cerrada en la idea de que la ropa sucia se lava en casa aunque ya se filtró una información en el sentido de que, salvo los que deben estar por ministerio estatutario, se cerrarán las puertas a los priistas cienegeños para integrarse a este consejo.
En lo local los priistas no se han decidido entre Juan Manuel Figueroa Ceja, Javier Santillán Ramírez y Clemente Covarrubias, ¿será porque son perfiles tan altos que cuesta trabajo elegir o porque, al contrario, está flaca la caballada?