¿Poder popular?
José Luis Ceja Guerra
Durante los próximos meses no habrá más tema en el ámbito político que la reelección de alcaldes y legisladores y, evidentemente, esto tendrá que ser analizado de manera cuidadosa por aquellos a quienes, de repente, nos da por opinar de estos temas.
Es innegable el nivel de amateurismo en nuestra clase política local y ello nos llevaba cada periodo a tener que pagar meses, años incluso, de alcaldes y diputados locales, proceso que muchas de las veces implicaba pérdida de tiempo y de recursos; de ahí que la posibilidad de una reelección con la intención de profesionalizar la labor ejecutiva en los municipios y la legislativa en el estado guarde cierta lógica.
Sin embargo ante unas autoridades electorales locales que han probado ser todo excepto sólidas se corre el riesgo, más real que nunca, de que los procesos democráticos sirvan sólo para validar las acciones de la partidocracia.
Cierto, hay legisladores locales y alcaldes que realmente poco o nada tienen que hacer en el oficio de la política pero que resultan ser bastante generosos al momento de repartir apoyos y recomendaciones; por otro lado existen aquellos que tienen incluso capacidad para jugar en las grandes ligas pero, o carecen de carisma o de plano son tan amarrados que no le dan agua al Gallo de la Pasión.
Así pues el espíritu de estas modificaciones en el contexto electoral en el sentido de que la ciudadanía premie o castigue al postulante a la reelección se asfixia bajos sus propios argumentos… ¿Qué impedirá en los municipios que las arcas locales sean abastecedoras de recursos para la campaña de reelección y que los trabajadores municipales, gustosos o forzados, realicen antes, durante y después de sus horas de trabajo acciones de proselitismo?
A fin de cuentas contralores y tesoreros locales, en teoría encargados de la fiscalización de los recursos, son también empleados municipales.
La visita…
El otra gran tema de la semana fue la vista de Miguel Ángel Osorio, Secretario de Gobernación a Tangamandapio en una cancha deportiva alejada del bullicio y de la falsa sociedad hasta donde llegaron los políticos para hacerse presentes en el ánimo del responsable de la política interna.
Además de los que tenían que estar se notó también la ausencia de los que, por mera vecindad, tendrían que haber estado, ni Zamora, Jacona, Chavinda o Villamar, municipios limítrofes a Tangamandapio enviaron siquiera representantes.
Será por el color de la camiseta, será por las cuestiones de grupos al interior de un mismo partido pero lo cierto es que Juan Campos, edil de Tangamandapio sacó las papas de las brasas como Dios le dio a entender y al menos los legisladores Miguel Amezcua Manzo del V Distrito local de Jacona y Salvador Romero del IV federal por Jiquilpan se apersonaron para hacer fuerte al Profesor Campos González.
Llamó la atención del Oficial de Registro Civil de Jiquilpan, ex edil de Villamar y ex diputado local Gerardo Acevedo quien últimamente parece más un trabajador del empresario tequilero Marcos Villaseñor que un empleado estatal pues es común ver Acevedo Ravelo en horas de trabajo acompañando al empresario Marcos Villaseñor a eventos políticos.
Hay que recordar entonces que el ex alcalde de Villamar tiene una gran deuda con la familia Villaseñor Gudiño, nada más lo pusieron donde está ahora.
Para finalizar…
No quisiera cerrar este espacio sin dar voz a un grupo de mujeres de Jiquilpan quienes ha pedido que se le haga saber al diputado José Eduardo Anaya del distrito de Jiquilpan que a ellas no se les ha olvidado el tema de los límites territoriales con Sahuayo.
De hecho, vaticino, ese será tema recurrente en la próxima elección, sólo en caso de que José Eduardo logre vencer al tesorero de Sahuayo en una interna.