Dividir frentes
José Luis Ceja Guerra
Es una práctica común que integrantes de una misma familia militen en partidos políticos diferentes en busca de no quedar fuera de las jugadas municipales, esto se da también en el tema de patronatos y comités, en los que la soberbia lleva a cometer errores fatales.
Casos como el Los Sánchez en Sahuayo donde uno es presidente municipal por el PAN, el otro es primer regidor de oposición por el PRI y un tercero fue el mayor captador de votos por el PRD son historia usual en esta comarca, lo interesante es cuando en un mismo partido padre e hijo militan en corrientes ideológicas distintas.
Durante las semanas anteriores tanto Gustavo Madero como Ernesto Cordero, aspirantes a la presidencia nacional del PAN se dieron cita en la ciudad de Sahuayo y para no quedar mal ni con uno ni con otro, Germán Naranjo, presidente de Acción Nacional en Jiquilpan acudió a uno y su padre Jesús Naranjo ex presidente de ese comité acudió al otro y en el afán de no dejar ningún frente descubierto bueno sería que le recomendara al su hermano y su hijo, respectivamente, que de vez en cuando acudiera a las sesiones de Cabildo de Jiquilpan donde es regidor y penosamente ostenta un record de inasistencias bastante destacable.
Quien sí se dio cita al evento de Ernesto Cordero fue la titular de la Instancia de la Mujer en el ayuntamiento perredista de Jiquilpan aunque, dicen, a la hora de las fotos ‘le dio frío’ y trató de cubrir el rostro con un florero, la verdad es que no había razón para ello pues es de sobra conocida la habilidad de su pareja para realizar saltos políticos de acuerdo a su conveniencia y hacer amarres, alianzas y componendas con quien sea, a tal grado que es ahora Juan Carlos Miranda, ex presidente del comité municipal del PRI y ahora perredista converso quien lleva los asuntos legales de Javier Camacho, ex presidente y candidato por el PT a la alcaldía y quien a últimas fechas ha dejado aflorar el panista interior.
Cosas raras pasan en Jiquilpan con la denominación de Pueblo Mágico y es que el tema de la semana fue el encontronazo entre los comunicadores y algunos integrantes de este comité debido a las declaraciones del director de obra pública Fernando Morales Canela quien declaró que debido a la intervención del Comité Pueblo Mágico y del Consejo Ciudadano Coordinador de Pueblo Mágico (¿?) se habían retrasado y encarecido las obras en el centro de la ciudad y de la plaza de armas.
Ante esto ambas organizaciones exigieron al edil Francisco Álvarez que instruyera a su funcionario para que saliera a declarar que no había declarado lo que declaró, además lanzaron una serie de calificativos ofensivos a los comunicadores a los que llamaron mediocres, poco objetivos, poco profesionales y ‘prietitos en el arroz’, última frase que quedó flotando en el ambiento sobre el mar de dudas sobre si se trataba de un comentario de corte racista.
Duda que fue expresada por los comunicadores en la carta enviada a Claudia Ruiz Massieu, titular de la Secretaría de Turismo, carta que integrantes de este comité y actores sociales habían solicitado a los dirigentes de la Asociación Nacional de Locutores, delegación Ciénega y la Asociación de Trabajadores de la Comunicación de la Ciénega no fuera enviada porque podría poner en riesgo la denominación de Pueblo Mágico.
Conclusión.
Esto quiere decir que el comité de Pueblo Mágico está comenzando una campaña de culpa social contra los medios e n caso de que se pierda este nombramiento cuando en realidad el riesgo lo generan ellos con las violaciones sistemáticas de las Reglas de operación del Comité Pueblo Mágico, empezando por aceptar la existencia y la injerencia del Consejo Ciudadano Coordinador de Pueblo Mágico, figura que ni siquiera se contempla en las reglas generales de operación de este programa.