Afinidades
José Luis Ceja Guerra.
Ya prácticamente en el arranque de los procesos internos, en el PRI de Jiquilpan vuelve a darse este enfrentamiento entre las añejas cúpulas y los nuevos cuadros en busca de la candidatura.
Y es que, por enésima vez, los viejos priistas avientan al ruedo el nombre de Clemente Covarrubias, prestigiado galeno que desde hace al menos tres procesos municipales le viene haciendo el feo a la posibilidad de abanderar a los priistas en busca de la alcaldía.
Lo más lógico es que Clemente Covarrubias desdeñe de nueva cuenta la posibilidad y se conforme con seguir siendo parte importante de un destacado grupo de filántropos locales que, sin hacer la alharaca de rigor, entregan bastantes donativos en especie y en metálico a las clases más desprotegidas.
Sin embargo no falta el torvo político de banqueta que al ver las filas de la gente que recibe apoyos de este grupo ha pensado en sacar raja política y empaña esta loable labor poniéndole etiqueta de partido político.
Lo cierto es que esta casi necedad de buscar a Clemente Covarrubias tiene mucho que ver con el abordaje que se espera en el barco priista y es que quienes llevan ahora el timón, la llamada nueva guardia priista, entiende que en cuanto se acerque el proceso electoral serán desplazados por los tricolores del viejo cuño quienes con el argumento de tener más experiencia tomarán la rectoría del partido.
En ese sentido para las heroicas juventudes priistas, el nombre de Clemente Covarrubias les asegura al menos el que los dejen seguir en la jugada aunque sea de lejos, ello sin embargo no es garantía de que, de ganar, tengan un pedazo del pastel, a los viejos priistas les gusta comer solos.
Además cuando nombres como los de los ex aspirantes panistas Carlos Gómez y Marco Valencia rondan muy cerca de la casa del PRI, la joven guardia deberá estar más que preocupada pues ambos aspirantes que llegarían pletóricos de recursos (de todo tipo) acostumbran desdeñar las estructuras establecidas paras montar sus cuarteles de campaña y ahí no hay posibilidad de que entre nadie, nadie.
En el PRD la cosa no podría estar más compleja pues después de lo ocurrido hace unas semanas, aquellas cabezas que se asomaban ya para la contienda han regresado súbitamente a su caparazón y parecen no querer saber más del asunto.
Lo preocupante será saber si en el actual estado de cosas el PRD logra encontrar un candidato solido en lo que resta de la administración local pues está claro que, al menos esta vez, la alcaldía no meterá las manos al fuego por nadie y por tanto en un hecho que pudiera ser inédito no presentar entre los aspirantes internos a un candidato.
El PAN es una historia compleja tanto que será motivo de otra sesión de tundir teclas mientras que PT y Panal, al menos en Jiquilpan se espera que aparezcan cuando sea tiempo de riego político, curiosamente ambos partidos, ya por la vía del derecho o del hecho, han obtenido jugosa renta de la actual situación política local.
Por cierto.
Se iniciaron ya los trabajos de rehabilitación de las puertas de la biblioteca Gabino Ortiz de Jiquilpan, patrimonio invaluable para los habitantes de la ciudad de las Jacarandas y previendo este asunto, la empresa encargada de esta obra solicitó a la dirección de obras públicas reunirse con los medios de comunicación para detallar los trabajos, sin embargo el titular de esta dependencia, subalterno al fin, dijo que no era necesario.
Lo malo.
Es que ahora corren ríos de rumores sobre quién, por qué y cómo se llevaron las placas de bronce de estas puertas…