Estigmas
José Luis Ceja Guerra
Desde que Jean Valjean robó por hambre (Los Miserables, Víctor Hugo 1862) cargó el estigma de ladrón aún siendo funcionario público y lo mismo ocurre con aquellos políticos que cada elección cambian de camiseta.
Lo anterior viene a colación debido a la “indignación” que causó en algunas familias la insinuación del pasado priista de Marco Valencia y aseguraron, estas familias que, entonces, debería revisarse el pasado petista de Javier Camacho Figueroa, hoy flamante integrante del equipo panista de los Naranjo Anaya y a su vez, los pasados priista y perredista del líder de la corriente neo panista Carlos Gómez.
Cierto es que en un municipio tan pequeño como Jiquilpan en el tema político el pasado es algo imposible de olvidar más si, como en todo pueblo chico que se precie de ser infierno grande, las familias políticas se entrelazan y resulta que una mala cara en una comida arruina un proceso electoral o al revés una mala decisión política divide a las familias.
En ese contexto, igual que al personaje central de Víctor Hugo le será muy difícil a estos “jóvenes” políticos con innovadoras ideas y descubridores del hilo negro y el agua tibia que la ciudadanía olvide el pasado y la deuda política de sus familias por eso resulta hasta irrisoria su escena de espanto y de indignación.
En el fondo de mi ser creo firmemente que la cancelación de la visita de Jesús Sierra, Secretario de Educación, al municipio de Villamar se debió a que en momentos de crisis como la que ocurrió el jueves y viernes pasado, el Gobernador Fausto Vallejo necesitaba a su lado a un hombre de confianza para atender este tipo de asunto y, ni remotamente, creo que se suspendió ante el programa de actividades que le tenían preparado los docentes de la CNTE en esta parte de la entidad.
Por cierto que de acuerdo a lo que se dice en los círculos políticos de esta región, todo parece indicar que la batalla entre los priistas está por arrancar y hay quienes dicen que incluso el ataque frontal que ha mandado Ventura Gutiérrez contra el PRI en la entidad podría favorecer los deseos tricolores porque, de no ser por el líder de los ex braceros, a los actores políticos priistas de esta región no les alcanzarían las canicas para obtener algo de protagonismo y es que, como desde hace mucho tiempo, la caballada esta flaca puesto que ni los mismos militantes pueden enumerar a más de tres aspirantes para la elección en Jiquilpan pues fuera de Javier Santillán y Juan Manuel Figueroa no hay nada más ni nadie más.
Lo cierto es que, incluso, Javier y Juan Manuel no son ya garantía de un triunfo puesto que, el pretendido desdén que hacen cada uno de la posibilidad de aspirar a la alcaldía podría serles creído por sus partidarios.
Y es que este afán de decir: “No voy” cuando en realidad prenden veladoras por ir es ya insultante para la población y muestran desde ahí el poco respeto al electorado, qué les cuesta reconocer sus aspiraciones y buscar la promoción por la vía legal y evitarse los discursos ambiguos y timoratos y las apariciones en medios disfrazadas de “casualidades”.
En fin mientras los que sí quieren dicen que no quieren, hay algunos que de plano ya brincaron como en el caso de Cojumatlán donde Enrique Múgica, cuatro veces alcalde de este municipio, parece entender la máxima de que no hay quinto malo y todo parece indicar que por lo menos esta también la gana y es que Múgica Sánchez lleva un record que pocos tienen, no registra una sola derrota en el ámbito municipal en sus candidaturas, perdió la federal pero, decían los integrantes de su equipo de campaña, fue culpa del Sahuayo.