José Luis Ceja Guerra
Pocas veces como en esta ocasión, los medios de comunicación han sido factor tan relevante en la campaña electoral aunque no siempre a favor del aspirante al que se menciona de manera reiterada.
Y es que, al menos en la Ciénega de Chapala, el electorado sabe distinguir bien a bien quién es quién en materia de análisis político y en materia de comunicación aunque los políticos han visto más económico y menos complicado “apoyar” a aquellos magos de las redes sociales quienes a base de saturar los correos electrónicos de propios y extraños pretenden ser factor al momento de que el electorado decida su voto.
En ese plano imaginario de las redes sociales, hay aquellos candidatos que al más puro estilo del antiguo AMLO, dicen “sonríe, ya ganamos” sin más base que los números que arrojan las encuestas de Facebook o Twitter planteadas por estos genios de la informática.
Sin embargo, a ras de tierra, de cara al electorado es poco lo que se le ha visto a los cinco aspirantes a la Cámara Baja por este Distrito Electoral al grado de que con verdaderas posibilidades sólo hay tres y de éstos uno al menos está, digamos, “nadando de a muertito”.
Salvador Romero, aspirante por el PRI es quizá el que ha sabido caminar con mayor éxito las tres vertientes de comunicación con el electorado pues la estrategia de posicionamiento es sumar los recorridos cara a cara con el electorado, una exposición moderada en medios impresos y electrónicos y una gran cantidad de menciones en las redes sociales.
Mientras tanto, Sinaí Álvarez de la coalición Movimiento Progresista (PRD, PT y MC) ha caminado también de cara al ciudadano y a través de las redes sociales pero su exposición en medios escritos y electrónicos es esporádica, mientras que los encargados de la campaña panista parece que apuestan el todo por el todo al día previo de la elección para asegurar la continuidad de Acción Nacional como dueño de la curul jiquilpense.
Quizá, más allá de posicionamiento mediático, uno de los factores que será decisivo a la hora de la votación será el recuento de cuál de los tres aspirantes con posibilidades reales es el que perdió menos con su designación. En ese sentido mientras que la candidatura de unidad aplicada a los priistas con enormes dudas sobre todo en el municipio de Sahuayo donde no hay nada que asegure la total adhesión de los grupos existentes a la campaña de Romero Valencia, en el PRD la encuesta que dio como candidato a Sinaí Álvarez dejó una fisura enorme en este partido pues para nadie es un secreto que ni Serafín Ríos, Virrey de La Cantera y Tarecuáto ni Francisco Mora, Barón de la Ciénega, apoyarán al bisoño aspirante y es que al igual que a la mayoría de los militantes perredistas nunca se les avisó ni cuándo ni cómo se llevó a cabo la encuesta de marras.
Quizá la que menos perdió en ese sentido fue la candidata del PAN ya que los daños colaterales de su designación como candidata por Acción Nacional se remitieron a la salida de este instituto político del ex legislador federal Felipe Díaz Garibay quien se sumó al equipo del priista Salvador Romero en el área de diseño de imagen.
A estas alturas los tres aspirantes deben tener ya a la mano las listas con los nombres de cada uno de los operadores y el estimado de votos que esperan conseguir en cada uno de los municipios y al menos en Jiquilpan, cuna de dos de los cinco aspirantes, todo indica que Acción Nacional se quedará por debajo de la línea de los tres mil votos y todo hace pensar que al menos en este municipio la diferencia del PRI sobre el PRD deberá ser de al menos 5 mil votos para tener oportunidad de equilibrar el resultado en el resto del distrito.