Diciembre negro
José Luis Ceja Guerra
En vísperas de los informes de gobierno, mientras los titulares de las dependencias municipales arañan el fondo de los cajones de sus escritorios en busca de algún documento que les justifique trabajo, una ciudadanía crítica y los partidos de oposición llevan también anotaciones para rebatir los logros que se anuncien.
Cierto es que, por tradición, los informes de gobierno se han limitado a extensos monólogos de los alcaldes en turno quienes encuentran en sus administraciones bondades a granel para con la ciudadanía en tanto que en la mayoría de estos discursos se ha carecido de auto crítica.
Peor aún, la contraparte de estos discursos triunfalistas debían ponerla los regidores que reciben la encomienda de dar respuesta a estos informes sin embargo los regidores han preferido convertirse en burdas comparsas en lugar de representar a la ciudadanía y poner en la tribuna local los cuestionamientos existentes.
Nadie puede creerle a una administración que no reconozca sus carencias, caso concreto de esta región nadie podrá oír el discurso en Jiquilpan sin recordar la problemática existente en la tenencia de Totolán o los proveedores de bienes y servicios del municipio gastando suela en vueltas y vueltas a la Tesorería para cobrar o pensar en los sindicalizados que reclamaban sus sueldo o los policías pidiendo seguro de vida.
Este tema con otros rostros y otros nombres se repetirán en los municipios de la Ciénaga y esto será solamente la primer quincena de diciembre y después del protocolo y la suntuosidad de estos informes los alcaldes tendrán que resolver cómo enfrentar el fin de año, los aguinaldos, los pagos que han venido postergando más por capricho que por verdadera necesidad.
Pero en fin, ellos tendrán que resolverlo y ahora sí tendrán que sentarse a leer el informe que mandaron imprimir y analizarlo y ver quiénes de verdad han respondido a la confianza entregada y quiénes solamente aprovecharon su estancia para hacer buenas relaciones.
Será interesante ver en el caso de Jiquilpan el informe de trabajo del director de Atención Ciudadana quien llega tarde, sale a desayunar, regresa a charlar, sale a darle grasa a los zapatos, regresa a charlar, sale a almorzar y así pasa el día.
Ojalá en los próximos informes de gobierno, los partidos de oposición levanten la mano y en tiempo y forma realicen los señalamientos necesarios para enmendar el rumbo de las actuales administraciones y no tengan ese afán mezquino de “ir guardando piedras” para destapar todo cuando se acerquen los procesos electorales y entonces sí se conviertan en paladines del pueblo, defensores de las causas justas y se pongan el disfraz de héroe que se alquilan antes de cada proceso electoral aun que, francamente, no esperamos mucho de esto porque es va parte del prestigio en ello.
En Jiquilpan el Partido Acción Nacional se quedará callado porque cuestionar a la administración local es cuestionar al hermano del presidente del comité municipal que es regidor y es célebre por sus ausencias a las sesiones del colegiado y por frecuentes asistencias a eventos de la socialité local.
El PRI deberá guardar mesura en tanto no se aclaré un asunto con la comisión de obra pública en que se integra su único representante en Cabildo mismo tema por el que el PRD permanecerá en el ignominioso silencio por dos razones fundamentales: Porque la actual administración emanó de este partido y porque la actuación de sus regidores, algunos de ellos, no les permite criticar sin correr el riesgo de que el escupitajo al viento le caiga a la cara.