José Luis Ceja Guerra
Nada me quita la necia idea de que el pasado proceso electoral, al menos en la Ciénaga, estuvo plagado de juegos sucios, traiciones y distracciones que si bien no influyeron de manera contundente en los resultado, sí sirvieron para fijar posturas con miras al proceso electoral venidero y para sacar del pecho resentimientos largamente escondidos.
Y uno de los que sacó de su ronco pecho sentimientos largamente reprimidos fue el ex precandidato a la diputación federal y ex precandidato al Senado, aunque fuera de suplente, fue el también dos veces ex edil de Jiquilpan Francisco Mora, quien el pasado domingo primero de julio se “encontró” a un buen grupo de comunicadores de esta región a los que sin malicia alguna se llevó a comer.
En la comida, celebrada en un restaurante en el tramo carretero Jiquilpan Sahuayo Mora Ciprés aseguró estar ya retirado de la política; entre otros temas, aseguró que la integración de Fabiola Alanís, como candidata al Senado fue un acuerdo tomado entre el PRD, PT y MC quienes no tomaron en cuenta que él había ganado la encuesta realizada.
“Quedé fuera porque en las últimas horas del día del registro, el comité del Día (PRD, PT y MC) tomaron el acuerdo de registrar a Fabiola en mi lugar, un lugar que yo me gané en base a una encuesta estatal”.
Ante ello vienen las preguntas que, seguramente no tendrán respuesta sino hasta dentro de dos años y medio, tales como: ¿qué busca Francisco Mora con este tipo de declaraciones? Y ¿si ante la casi segura postulación de Silvano Aureoles como pre aspirante al Solio de Ocampo lo que hace Francisco Mora es aceitar la maquinaria mediática de la Ciénega?
Pero en todos lados se cuecen habas y cuando todos creíamos que los puestos de consolación en la administración estatal de Michoacán serían entregados a ciudadanos comprometidos con sus regiones nos encontramos con la triste realidad de que, una vez más, estos puestos son moneda de cambio para el pago de favores.
De manera concreta, cuando al nuevo director del Hospital Regional de Sahuayo, Oscar Suárez Torres, se le preguntó sobre sus méritos para este nombramiento, con la candidez que solo da una vida sin malicia respondió “El gobernador se había comprometido conmigo, porque estuvimos trabajando en su campaña”.
Y como este Doctor, que por cierto, fue candidato a Síndico Municipal por el PRI en Sahuayo, sobran los casos de pagos de apoyos con cargo al erario lo que no debe sorprendernos puesto que esto es lo común en la administración pública de los tres niveles de gobierno.
Dadas las cifras oficiales por el Instituto Federal Electoral, respecto a la elección federal llama la atención que en el distrito electoral federal de Jiquilpan el candidato a la diputación por el Movimiento Progresista (PRD-PT-MC) Sinaí Álvarez obtuvo 3.09 por ciento menos votos que el candidato presidencial de esta fuerza política Andrés Manuel López Obrador, este porcentaje, que igual no le hubiera alcanzado para ganar la elección, deja claro el mensaje que como se veía venir no todos los grupos de izquierda de este distrito se disciplinaron ante la designación del hermano del edil jiquilpense como candidato y hubo una migración política temporal.
Resulta que la misma fuente señala que Enrique Peña Nieto, candidato presidencial del PRI-PVEM obtuvo en el distrito de Jiquilpan cerca de 3.84 por ciento menos votos que el candidato a la diputación Salvador Romero, esto es, que el triunfo de Romero Valencia no se debió al efecto Peña Nieto cosa que resulta curiosa porque incluso, los candidatos al Senado del Tricolor en este distrito obtuvieron 4.74 por ciento menos votos que el candidato a diputado federal.
Ante estos números, los integrantes de la izquierda de la Ciénega tendrán que localizar en qué tribu, corriente ideológica o líder habrá de recaer la culpa de esta migración electoral.