La política en la Ciénega.
De muertos y vivos.
José Luis Ceja Guerra/Ciénega.
Mientras los deudos lloran a sus muertos y llenan los jarrones de los cementerios con flores y mandan cantar misas, en las sedes de los partidos políticos la tarea es mandar hacer los cartelones y pensar seriamente en las divisas que conquisten a los electores.
Así es que mientras las ánimas de los difuntos acuden a ver los altares levantados en su honor, los vivos acuden a los panteones buscando al potencial elector, estrechan manos y reparten sonrisas pero hacen la aclaración, no están en campaña porque todavía no es tiempo de elección.
Es el 8 de noviembre que podrán destaparse a plenitud para buscar el voto, mientras tanto y antes del periodo electoral acuden a los actos religiosos como cualquier devoto aunque, bajita la voz, preguntan al paisano de al lado que si tiene credencial y por quién piensa votar.
Estas fechas de los primeros días de noviembre con los panteones pletóricos de gente con el aroma de las flores amarillas que llenan el ambiente son el marco propicio para que los muy vivos con propaganda escondida bajo la manga se comiencen a hacer presentes.
Ya en serio…
Lo cierto es que el tema en Sahuayo en el proceso electoral del próximo mes se complica para Acción Nacional pues ahora resulta que Javier Barragán no era apreciado por todos los panistas lo que lo llevó a buscar una candidatura independiente que por escaso margen no consiguió y ni tardo ni perezoso el PRI le abrió sus puestas aunque fue Movimiento Ciudadano quien de plano ya lo destapó como su candidato lo que, de acuerdo al número de firmas obtenidas, le resta casi mil votos al Partido Acción Nacional.
De tal suerte que para el PAN resulta de vital importancia afianzar la candidatura común con el PRD ya que esto le permitiría obtener al menos dos mil votos adicionales a su voto duro aunque en teoría la cuota de votos mínima del PRD es de tres mil pero ya está claro que no todos los perredistas están de acuerdo en esta candidatura en común sobre todo porque no se han dado a conocer de manera clara cuáles son los términos en que se acordaría.
Por un lado algunos panistas están señalado que, de entrada, a los perredistas no se les asignarían lugares en las candidaturas a las regidurías y se les darían jefaturas de departamento de segundo nivel como aseo público, parques y jardines, panteones y otras a más de medio centenar de puestos laborales.
Pero, los perredistas que están de acuerdo en esta candidatura en común aseguran que el reparto será parejo, esto es, tres regidurías y la mitad de los puestos de primer y segundo nivel acompañados de una dotación de al menos doscientos puestos para repartir entre las diversas corrientes ideológicas.
Mientras esto ocurre, en el PRI aseguran que panistas y perredistas inconformes con esta alianza están ya en negociaciones con las fuerzas tricolores aunque, la verdad, en este momento el PRI de Sahuayo debería estar más ocupado solucionando su problemática interna pues mientras busca encabezar una fuerza electoral con militantes de otros partidos lo cierto es que al interior no están todavía sanadas las heridas de hace varios procesos electorales en los que las relaciones del actual candidato Ricardo Sánchez y los actuales referentes priistas no fueron ni siquiera cercanas a ser cordiales.
Evidentemente los municipios cercanos están al pendiente de lo que ocurre en Sahuayo y obedece a que en el fuero local, Sahuayo es el municipio que más votos aporta y del resultado de esta elección dependerá el proyecto 2018 que ya acarician algunos actores políticos de esta región.