A toro pasado.
José Luis Ceja Guerra.
Resulta increíble enterarse en este proceso electoral cuánto sabían los partidos de oposición de lo que ocurría en la alcaldía de Sahuayo, los problemas de cabildo y los asuntos financieros, conocimientos y protestas que se guardaron de dar a conocer hasta que no estuviera este proceso en la recta final.
Es evidente que el clima electoral en este municipio se ha enrarecido al grado de que en municipios como Venustiano Carranza han salido a relucir incluso armas largas y la participación de la llamada policía comunitaria esto de acuerdo a las denuncias presentadas ante la agencia del ministerio público, esto sumado a los volantes, la detención de personas por presunta compra de credenciales no hace sino evidenciar el escaso nivel político, social y hasta humano en que se encuentra sumergida esta región.
Creíamos que con los debates promocionados por los comités locales electorales podría incrementarse el nivel de la discusión hasta llegar a los temas de fondo que laceran a los municipios, que escucharíamos soluciones a la problemática del agua potable, urbanización y seguridad pero los debatientes, los que se atrevieron a debatir, dejaron clara evidencia de que no existe este nivel político que se esperaba salvo honrosísimas excepciones como la de Alejandro Robledo del PVEM en Sahuayo quien declaró abiertamente el pago de dinero municipal a grupos delincuenciales o Gerardo Martínez Tafolla de Morena en este municipio quien centró a los debatientes en su realidad municipal, caso de excepción también Jesús Valencia de Acción Nacional en Jiquilpan quien ante los grandes proyectos y grandes obras ofertadas por PRI y PRD arrojó la cubeta de agua fría al decir que ni siquiera se han podido atender las necesidades primordiales de la ciudadanía y ya se piensa en mega proyectos.
Sin embargo y conocedores de que en el ánimo de los votantes pesa más el afán de preservar el status quo y del miedo, los contrincantes políticos han planeado campañas de terror, de denostación y agresión; resulta evidente que el material incriminatorio contra el PAN en Sahuayo obraba desde hace tiempo en poder del PRI sin embargo se tendría que valorar su exhibición ya que ésta dependía si el PVEM iba también en alianza con el PRI en las elecciones municipales de Jiquilpan y Sahuayo, al no darse esta alianza entonces se descobija a Marco Valencia, candidato del PVEM en Jiquilpan como el acusador de que el entonces tesorero Armando Tejeda le habría pedido un moche por favorecerlo con una obra, por eso mismo se desampara al candidato del Verde en Sahuayo Alejandro Robledo cuyo hogar ha sido vandalizado ya en dos ocasiones.
Lo cierto es que será hasta dentro de ocho días justos a partir de que este texto vea la luz que sabremos si pudo más la exposición de ideas, proyectos y programas de los candidatos o si por el contrario y lastimosamente los michoacanos estamos especializándonos en la creación y la difusión de estas campañas sucias que, cierto, son ilegales, denigrantes, sobajantes pero que a la luz de los discursos de algunos candidatos resultan mucho más divertidas.