Las grabaciones, moches y la responsabilidad compartida.
José Luis Ceja Guerra.
Dicen en mi pueblo que tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata y en el caso de las grabaciones en las que, presuntamente el candidato de Acción Nacional en Sahuayo, Armando Tejeda recibe “moche” de un constructor, lo cierto es que son varios los que tendrán que aclarar, ante las autoridades competentes sus actuaciones y sus omisiones.
Evidentemente y para legitimizar sus acusaciones el PRI deberá dejar en claro cómo es que se hizo de esta grabación y sobre todo desde cuándo la tenían en su poder; en ese sentido si el Revolucionario Institucional tiene todos los datos de este presunto “moche” deberá tener y dar a conocer también quién fue el empresario de la construcción que se prestó y que, de pasó traicionó a Tejeda Cid al grabar una conversación personal.
Lo cierto es que no hay honor entre estafadores ya que se rumora fuertemente que el empresario implicado es un constructor aspirante a un cargo de elección popular en el municipio de Jiquilpan lo que viene a darle un giro inesperado a esta trama.
Aunque, y lo digo sin ser conocedor en este tema, no creo que las decisiones sobre a quién se adjudican las obras sea una potestad exclusiva del tesorero municipal, me imagino que existe al interior del Ayuntamiento una comisión o comité que define a quién se le dan las obras y creo que en esta comisión deberán estar integrados los regidores de cada uno de los partido políticos representados en Cabildo.
De tal suerte pues que, si hubo moche, sería muy difícil creer que el pastel se lo comió solo el tesorero ya que si el asunto se mantuvo en silencio hasta ahora es porque algunos tuvieron la boca y las manos ocupadas comiendo pastel.
La otra vertiente es la de conocer de manera puntual el nombre del empresario que, presuntamente, ofreció o dio el moche porque no me va a salir el PRI que al interponer una demanda de este tamaño no dio a conocer el nombre del otro implicado.
Lo triste de este asunto es que, como lo habíamos anunciado semanas, quizá meses, atrás sería en estas fechas en que en los partidos políticos se despertarían las ansias de libertad, de justicia, de igualdad y legalidad, preceptos que antes del periodo electoral dormían el sueño de los justos en los archivos de los partidos políticos listos para ser utilizados en este periodo.
Simple y llanamente, al pelo, dirían mis amigos sahuayenses, esto se trata de un asunto político que le salió mal al PRI que, para poder seguir adelante con esta trama digna de un operador de alto nivel, tendrá ahora que dar a conocer al otro implicado y tendrá que explicar el por qué sus representantes en el colegiado sahuayense se quedaron ciegos, sordos y mudos en este asunto que no es cosa menor y que podrá costar no solamente la candidatura del panista de Sahuayo, sino la de un anónimo aspirante en Jiquilpan además de que se tendrían también que fincar responsabilidades a los integrantes de esta comisión por omisión, que también es un delito.
Campañas…
Con esto de la reforma político electoral, hay cosas que deberán revisarse de nuevo, de nuevo y de nuevo, el tema de los candidatos independientes, figura desdeñada por cierto en los municipios de la Ciénega, es algo que tendrá que valorarse porque, anunciamos, que si el voto popular no le favorece en Jiquilpan, el aspirante en Jiquilpan presuntamente ligado al moche de Armando Tejeda, ya está apuntado como candidato independiente por la tierra de Los Cárdenas, al tiempo.