Oscar De La Rosa, Zamora
Sin amplias posibilidades de trabajo los trabajadores que se dedican a ser albañiles no tuvieron motivos importantes para celebrar el Día del Albañil, este lució desangelado debido a que además de no haber dinero actualmente, tampoco hay el ánimo suficiente para llevar a cabo un festejo en donde haya música, bebidas y comida abundante, al igual que repartir anécdotas de construcciones.
“La realidad es que ha sido un año muy malo, porque esta situación de la pandemia nos vino a torcer y casi no hay chamba. Más que el miedo a contagiarnos de COVID, existe la preocupación porque no hay chamba ni dinero que podamos llevar a nuestros hogares”, así lo dio a conocer Rodrigo Loreto Gómez, albañil de más de 30 años de trayectoria al ser abordado por EL INDEPENDIENTE.
Indicó que desde hace 2 años se acabaron los tiempos en donde el albañil tenía trabajo garantizado quincena tras quincena o mes por mes. Al no tener dinero la gente se quedaron sin la posibilidad de aventarse colados, baños, cuartos, ampliaciones o enjarrados como parte de los trabajos más demandados.
“Quienes piensen que ser albañil equivale a riqueza y prosperidad, se equivoca. Nosotros como trabajadores apenas obtenemos lo suficiente para mantenernos y también a nuestras familias, ya que de un trabajito hay que repartir el pastel entre todos los chalanes que también le batallan con la preparación y carga de mezcla, ya ni hablar de picar piedra o colaborar con enjarres”, explicó.
Finalmente agregó que si bien se observa la Santa Cruz en los hogares se desprende de no perder en su totalidad una tradición que a todos congrega, pero que para celebrarla se requiere de “cacharpa” para llevar a cabo la adquisición de las “rubias” o las “prietas” como ellos le llaman a la cerveza acompañada de una carnitas o un asado con frijoles.