-Ocasionados principalmente por cambios de uso de suelo para huertas de aguacate, lo que impacta clima y disminución de manantiales
Elena Rojas, Zamora
“La degradación de suelos se agudizó en esta región Lerma- Chapala debido a los incendios forestales ocasionados principalmente por la actividad agropecuaria y los cambios de uso de suelos, los que de ser forestales fueron convertidos en huertas de aguacate. La alta concentración de calor con estas quemas ocasiona que los suelos pierdan sus nutrientes, por lo que la afectación es tal que tienden a deslavarse en temporada de lluvias y comienzan a formarse las cárcavas, por lo que el suelo pierde su fertilidad debido a esta pérdida de cobertura forestal”, lamentó Oscar Hernández Fuentes, coordinador regional de incendios de la Comisión Nacional Forestal zona Zamora (CONAFOR).
En el marco del día mundial de la tierra dijo que esta degradación de los suelos se está focalizando sobre todo en Chilchota , “lo que ha ocasionado a su vez que disminuyan los niveles de algunos manantiales como Cuinio y Ostakuaro en Carapán; así como del ojo de agua de Chilchota, precisamente debido a la infertilidad del suelo ya que quemamos, dejamos al descubierto la capa de suelo, llueve y se deslava, por lo que ya no hay captación de agua”.
Por ello también, agregó, “tenemos los grandes azolves en ríos y drenajes al bajar mucha tierra del cerro. Otros municipios afectados también por la degradación de suelos, a consecuencia de los incendios, son Tangamandapio en la localidad de Tarecuato, así como el municipio de Los Reyes, por citar algunos. Todo lo anterior impacta en las condiciones climatológicas de una región o de un microclima”.
Mencionó que en Purépero, por ejemplo, “se han registrado hasta 32º mientras que anteriormente oscilaba alrededor de los 23º. En Zamora estamos registrando hasta 32 grados, mientras que hace 10 años atrás rondaba en 27º, debido a los cambios que está sufriendo la vegetación y los ecosistemas de la región por las deflagraciones; cada vez es más difícil la regeneración de los suelos”.
Concluyó al decir que anteriormente era tan abundante la vegetación, que lograba otra vez resurgir y el ecosistema se recuperaba por sí solo, “pero ahora es tal la afectación que se requiere forzosamente hacer trabajos de conservación y restauración de suelo, desde hacer zanjas, bordos, reforestaciones, presas de retención de suelo con material de gavión o material acumulado con la misma vegetación arbustiva. La restauración de un suelo tarda en promedio de 3 a 4 años, dependiendo de su nivel de degradación”.