Elena Rojas, Zamora
“Lamentablemente la Cuaresma iniciará en medio de conflictos que dejan patente el fracaso de la civilización humana. Rusia ha invadido Ucrania, los conflictos se agudizan en tierra caliente michoacana. A nivel estatal, Zamora sigue siendo de los municipios más violentos, aunque no haya encuentros espectaculares entre bandas rivales, hay homicidios y venganzas diariamente. Si nos portamos como animales estamos fracasando como seres humanos”.
Lamentó Javier Navarro, Obispo de Zamora, añadió que el pasado 27 de octubre los obispos de las 5 Diocesis de Michoacán tuvieron un encuentro con el gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla, quien admitió que Zamora es de los municipios más violentos ya que se registran de 4 a 5 muertes diarias.
“No se dan en campo de batalla o por persecución de bandas rivales, pero si son venganzas entre grupos contrarios que aprendieron a hacer justicia por su propia mano. En este país y concretamente en Michoacán, el porcentaje de delitos que se denuncian es mínimo y de los 100 que se denuncian, sólo 5 siguen un proceso para llegar a una determinación judicial”, indicó.
Describió que hay tanta impunidad, ante la lentitud de aplicar justicia, “que la gente se desanima a la gente y se siente desprotegida, lo que anima al que ya es violento a seguir haciendo y acudir a las armas y venganza para eliminar de alguna manera, al que sintieron que le estorbo y prefieren acabar con su vida”.
Comentó que, en el año 2015, el papa Francisco decretó un jubileo de la misericordia para el mundo católico entero, mismo que inició un 11 de abril del año citado, vísperas al segundo domingo de Pascua, el cual desde el tiempo de Juan Pablo II se ha tomado como el domingo de la Misericordia.
“Sin embargo, lamentablemente en el lenguaje de los rusos, ucranianos, gringos y michoacanos, que andan en el campo de batalla, no existe la palabra perdón, ni misericordia y al no existir, estas prácticamente pareciera que viven en una selva en la que impera la ley del más fuerte y donde la venganza es el pan cotidiano, así no va a prosperar el mundo”, resaltó.
Finalmente consideró que, si impera la ley de la selva en ciertos ambientes de Michoacán y el país, si el discurso oficial de las autoridades que están para salvaguardar la seguridad no convence y contribuye a crear realidades nuevas, “prácticamente estamos fracasando como civilización. Por ello como iglesia debemos seguir promoviendo la paz”.