Oscar De La Rosa, Zamora
La crisis económica se agrava en el sector del transporte público porque al no haber movilidad urbana, derivado de la pandemia del COVID 19, no hay ingresos que permitan mantener al sector de manera estable y quienes padecen las consecuencias son los concesionarios que apenas tienen recursos para mantener unidades y operadores en servicio.
Maurilio Cortes Paz, tesorero de la unión de transportistas del Valle de Zamora, informó que están en una situación compleja en la actualidad y con el dilema de tener que recortar egresos para evitar despedir personal que es la última opción para reducir los efectos de la crisis económica.
“Sin la movilidad regular tenemos una disminución promedio de 30 por ciento que representan alrededor de 15 mil usuarios del servicio público derivado de factores como la falta de niños en las escuelas, el hecho de que la gente se resguarda en sus hogares y también el que haya quienes se muevan a diferentes puntos en una motocicleta”, dijo.
Mencionó que en la actualidad han rotado a los operadores de manera que nadie se quede sin su fuente de trabajo y esperan que no se alarguen los efectos de la situación porque de lo contrario se verán en la necesidad de tener que aplicar medidas más drásticas al respecto de la situación.
Finalmente agregó que incluso han mantenido al 65 por ciento la operatividad de los microbuses, pero el efecto de la pandemia ha sido mayúsculo y aún con esa medida han sentido los efectos de la situación económica en sus bolsillos.