– Algunos carecen de equipo de protección y otros no lo utilizan; productores deben garantizar y obligar su uso
– Utilización excesiva de fertilizantes y pesticidas propicia que más jóvenes requieran hemodiálisis
Elena Rojas, Zamora
En los últimos años aumentó la incidencia de jornaleros con daño renal que requieren hemodiálisis, la mayoría de ellos jóvenes en la mejor etapa productiva, derivado principalmente porque no utilizan el equipo de protección adecuado al manejar fertilizantes y pesticidas.
Es necesario que los productores garanticen el equipamiento adecuado y obliguen a sus trabajadores del campo a utilizar, de lo contrario, serán responsables también al no dar el equipamiento y no capacitar sobre cómo manejar, señaló Irene Castillo Rentería, enfermera del Centro de Hemodiálisis Zamorano.
Lo anterior lo externo en entrevista con El Independiente previo a su participación en el último congreso de Nefrología celebrado en esta ciudad con la ponencia «Complicaciones en hemodiálisis», donde abundó que entre las complicaciones de este procedimiento enumeró fiebre durante las sesiones, crisis hipertensivas (presión alta) y crisis hipotensivas (baja presión).
«Incluso el clima es propicio para generar otras complicaciones: en temporada de frio los pacientes sufren con infecciones respiratorias, ya que durante la hemodiálisis se debilita su sistema inmunológico y en el calor hay mucha incidencia en infección de catéteres, por la cuestión del sudor y la propagación de las bacterias”, destacó.
Dijo que para contrarrestar dichas complicaciones utilizan antibióticos y tratamientos extras, “las complicaciones son más frecuentes en varones, porque son renuentes al tratamiento, aunado a que tienen más vicios como el alcoholismo, la mala alimentación y el sedentarismo también son factores determinantes”.
Reveló que la mayoría de los pacientes que llegan con insuficiencia renal son obesos o tienen alguna enfermedad crónico-degenerativa: diabetes e hipertensión, “los alimentos que propician daño renal son: las harinas, azucares procesadas y comidas rápidas con grasas saturadas”.
De cada 100 pacientes que les hacen hemodiálisis, el 70 por ciento tiene las complicaciones antes citadas. Otras complicaciones severas son cuadros de sepsis e infección mortal del torrente sanguíneo, “la incidencia de fallecimiento en pacientes en el Centro de Hemodiálisis Zamorano no es muy alta”.
Informó que de 300 que se atienden anualmente en ese centro, con edad entre 22 a 77 años, llegan a fallecer 5, principalmente de edad avanzada, “sobre todo porque su insuficiencia renal se detecta en una etapa muy avanzada».
Enumeró los síntomas de alerta que determinan una persona con insuficiencia renal: edema en piernas y manos (hinchazón), van con menos frecuencia a orinar, tienen mucha espuma en la orina y baja la cantidad de glóbulos rojos, por lo que la piel se torna pálida, entre otros.
El proceso de hemodiálisis consiste en la eliminación de toxinas que están en el torrente sanguíneo y en la extracción de agua que el paciente acumula por la falta del funcionamiento renal, ya que no puede desechar por sí mismo. Por tanto, se combinan esos dos factores: la limpieza o depuración de su sangre y la extracción de líquido.
Finalmente mencionó que cada paciente requiere de dos a tres sesiones de hemodiálisis por semana, con duración de 4 horas cada una. En la región, este procedimiento tiene un costo de 700 a los 1 mil 600 pesos por sesión.