-Es consecuencia de acciones irresponsables de la población; sigue arrojo de desechos
-Cauce se ha convertido en cementerio de animales domésticos
-Si no hay acciones de saneamiento, afluente está condenado a desaparecer en 30 años
Oscar De La Rosa, Zamora
Los manantiales y afluentes cercanos al Río Duero están mermados en 50 por ciento, como consecuencia de la contaminación que sufre por los desechos que de manera inconsciente arroja la población hacia su cauce. Además no existe la recarga suficiente de mantos freáticos en la región por la falta de zonas boscosas o reforestadas, de manera que no hay una carga o escurrimiento pluvial suficiente para cumplir con esa labor.
“Es una gravedad el tema, porque si no se hacen acciones concretas en el corto plazo, está condenado a desaparecer el afluente en los próximos 30 años y sería un golpe devastador para la economía de la región debido a que la agricultura depende en gran medida del agua que emana de sus aguas porque de allí se riega una buena proporción de cultivos temporales”, puntualizó Octaviano Magaña Ortiz, presidente de la Unión Agrícola Regional de Productores de Fresa y Hortalizas del Valle de Zamora.
Lo anterior se desprendió en el marco de la toma de protesta del Consejo Municipal para el Desarrollo Rural Sustentable, donde los comisariados ejidales hicieron un compromiso conjunto para trabajar en el tema y unir esfuerzos para que se soliciten las obras y hagan la gestión de recursos necesaria ante instancias federales y estatales para trabajar en el tema.
En ese tenor, Magaña Ortiz aseguró que el día de hoy sostendrá una reunión en la cámara de diputados del Congreso de la Unión para efectuar una gestión de recursos con varios legisladores y que se ponga un proyecto sobre la mesa para llevar a cabo las acciones de saneamiento del Río Duero, ya que no es una labor sencilla puesto que requiere de una inversión millonaria.
Comentó que una vez logrado el saneamiento del río, será necesario complementar las acciones con jornadas de reforestación en los cerros que están establecidos en la región. De esa manera, se puede garantizar una recarga efectiva de los afluentes y manantiales de agua que también surten al afluente del líquido.
“Las zonas de coníferas, en la parte alta de los cerros, han sido dañadas no sólo por la mano del hombre sino también por accidentes o incendios provocados en estas zonas. Las partes boscosas hoy se observan secas y desérticas y se propicia una erosión de la tierra que perjudica la fertilidad” mencionó.
“El Río Duero se ha convertido en un cementerio de animales domésticos. La gente no toma conciencia de la gravedad que implica depositar ese tipo de desechos en el afluente; lamentablemente es agua que se utiliza para el riego de algunos cultivos asentados en el valle de Zamora y no cumplen con las reglas de inocuidad exigidas por los mercados internacionales”, concluyó.
Numeraria
-5 municipios involucrados en saneamiento de Río Duero