-Esto obedece al precio, gusto, facilidad de mercado, tiempo de producción y al prestigio
Elena Rojas, Zamora
“Los consumidores locales están desairando los productos locales y mejor optan por comprar productos foráneos, situación que entre otras cosas ocasiona deterioro de la economía local, de ahí la importancia de consumir lo que aquí se produce”, señaló Luis Sefoo Lujan, profesor investigador de estudios rurales en el Colegio de Michoacán (COLMICH).
Lo anterior en el marco del foro denominado “alimentación, cultura y circuitos cortos”, en el que participaron investigadores del área rural; así como estudiantes de alimentación de la Universidad de la Ciénega.
Subrayó que esa indolencia a los productos locales se debe a diversos factores: al precio, gusto, facilidad del mercado, tiempo de producción, prestigio, innovación y la moda, “por ejemplo, es más barato comprar azúcar que piloncillo. También se debe al gusto hay una tendencia cosas más claras que oscuras en materia de harina y frijol. Hay una especie de estigma hacia lo oscuro. No es fácil hacer mole, por tanto lo compramos preparado”, ejemplificó.
Indicó que es importante vincular productores con consumidores, a efecto de que la producción no tenga tanto recorrido, “a veces comemos filetes de Vietnam o Alaska; uvas o duraznos de chile; o pescado de la presa de Fresnillo se va a la Palma Petatán, lo filetean, se va a Guadalajara y luego a Zamora. La comida da muchas vueltas por el acaparamiento y los centros de abastos. Por lo que debemos tratar de conocer los circuitos cortos para que la gente consuma lo de su región”.
Señaló que gran parte de los alimentos que se consumen de manera local son foráneos, “por ejemplo el maíz que comemos viene de Vista Hermosa, La Ciénega y de Sinaloa. Lo que compramos de menudo, alitas buches, patitas en el mercado, viene de Texas”.
Indicó que la dieta de los mexicanos ha ido cambiando con un impacto negativo en la salud, por el alto consumo de grasas y carbohidratos, “consumimos 45 kilos de azúcar refinada al año por persona, no mascabado, ni piloncillo. Por lo que predomina el problema de diabetes”.
Agregó que del año 1997 al 2008 el consumo promedio de tortillas podría andar entre los 90 kilos al año por persona, “ha ido bajando el consumo de tortillas y aumentando el consumo de conocido pan de marca. Por lo que estamos minimizando los productores locales y estamos comprando productos de fuera de la entidad o del país “.
Indicó que en el caso de la harina que se usa para la elaboración de pan, esta viene del extranjero, porque en el país no tenemos suficiente producción de trigo, “hay suficiente harina para hacer fideos, pero no para elaborar pan”.
Dijo que para concientizar a las personas sobre el consumo local es necesario saber con qué contamos y que daños pueden suceder, es decir, estar informados sobre los componentes del producto y los daños que puede ocasionar, “por ejemplo todos los quesos que comemos en el mercado no son de leche, son de harina de papa, de grasa vegetables, no obstante los consumimos por baratos. Un productor pequeño jamás competirá con un productor industrial que tiene bajos costos “, concluyó.
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