-Será de manera gradual, sana y ordenada
Elena Rojas, Zamora
A partir de este mes, ya comenzaron a reactivarse las misas en los templos con la participación de los fieles en las 13 parroquias y 7 rectorías (templos y capillas) de esta Diócesis de Zamora, “la reapertura del culto y de las actividades pastorales será gradual y ordenada, por lo que seguiremos inculcando a los fieles a conservar una sana distancia, usar el cubre bocas, limpiarse los pies en algún tapete con cloro, usar gel anti- bacterial y que después de cada celebración se sanitice el espacio del culto”, señaló José Antonio Oseguera, secretario canciller de la Diócesis de Zamora.
“Los párrocos de cada una de las capillas irán evaluando que tan conveniente es recibir grupos pequeños de fieles, tanto en la eucaristía, como para alguna actividad pastoral, por lo que ya difícilmente se reactivaran las misas masivas, solo estaremos recibiendo un 40% de la capacidad de cada templo o iglesia para efecto de que todos podamos guardar una distancia responsable de metro y medio”, apuntó.
De igual forma, dijo, en cada iglesia ya están capacitando a grupos para que puedan la bienvenida a los fieles y llevar a cabo las medidas preventivas, “en si nunca fueron suspendidas las misas, sin embargo, únicamente tras la contingencia se han realizando de manera privada, exclusivamente con el equipo litúrgico (sacerdotes, monaguillos).
“En el mes de marzo, a través de un comunicado, el Obispo pidió a los fieles no asistir a las eucaristías para evitar conglomerados y con ello expandir el COVID-19. Por lo que solamente se realizaban las misas a puerta cerrada, para la celebración ordinaria diaria de todos los presbíteros y pedir a Dios por los fieles”, subrayó.
Mencionó que la mayoría de las misas se han transmitido virtualmente en vivo, “de esta manera los fieles participaron digitalmente para poderse unir en oración y hacer comunión espiritual”.
También, concluyó, siguieron con celebraciones eucarísticas para celebrar matrimonios, bautizos y confirmaciones, “no hubo prohibición de celebrarlos, siempre y cuando fuera ya de manera distinta, con las medidas pertinentes y con un número muy reducido de personas o bien en algunos casos se les pidió que aplazaran las fechas”.