-Se quedan sin cajas para servicios; piden a familias ser responsables y evitar velorios
Oscar De La Rosa, Zamora
Los servicios de las funerarias están colapsados ante el aumento considerable de muertes por COVID registradas durante enero. Los establecimientos se han quedado sin ataúdes debido a que los proveedores tienen escasez de láminas o madera usada para los cajones y también han tenido dificultades para hacer la cremación de los cuerpos porque deben hacer largas filas para la cremación respectiva.
“Quienes piensan que hacemos negocio, no es así, porque al no haber servicios funerarios de velación nosotros perdemos. No podemos subsistir solo de cremaciones que es el servicio que se ha triplicado a últimas fechas”, puntualizó Israel Peña Cárdenas, propietario de la asociación de crematorios y servicios funerarios Jardín de la Esperanza y Recinto San José.
Informó que lamentablemente han detectado que hay familias que solicitan a los médicos hacer el cambio de las actas de defunción con el propósito de que, en un acto irresponsable, puedan hacer la velación de los difuntos sin considerar el riesgo que representa llevar a cabo las acciones, porque a partir de allí es que las personas pueden tener un contagio masivo.
“Es un tema delicado que debe ser revisado por las dependencias involucradas, porque se debe priorizar la salud de las personas que pueden asistir a un velorio y no solo la de los familiares de un difunto que presentó aparentes complicaciones por COVID 19”, mencionó.
“De hecho nosotros, en una acción congruente con la salud, hemos negado los servicios de velación porque además por decreto estatal están suspendidos en el marco de esta contingencia. Contamos con el material suficiente para hacer la sepultura, urnas de diferentes tipos, carrozas que cumplen con las medidas de sanidad y 3 crematorios que reciben mantenimiento constante para el momento que la población lo requiera, pero somos responsables”, enfatizó.
Finalmente agregó que puede resultar doloroso para los familiares no poder despedir a sus seres queridos, porque las normas derivadas de la contingencia marcan que los cuerpos de los difuntos por COVID deben cremarse de inmediato y entregar en un promedio de 3 horas con 30 minutos, en el servicio que actualmente ofrece, pero consideró que al final del día se evita poner en riesgo a más personas porque los contagios están disparados y se debe ser sumamente consciente en estos momentos.