-Mujeres son las más reacias a acudir a tratamiento, por el estigma social
Elena Rojas, Zamora
Mil 500 pacientes atiende actualmente el Centro de Integración Juvenil (CIJ) por consumo de alguna droga legal o ilegal, señaló Francisco Gil Cerda, director del CIJ Zamora. Detalló “en este centro se atienden de 350 a 400 pacientes de nuevo ingreso al año, más los que tenemos en tratamiento en tránsito, que en promedio a nivel general entre estos y los que atendemos de años anteriores tenemos alrededor de un mil 500 pacientes. Desgraciadamente las edades oscilan desde niños de entre los 8 años de edad hasta personas de 72 años”.
“El mayor consumo de sustancias es el alcohol y el tabaco como sustancias de inicio y permanentes en nuestros pacientes. Pero la gran mayoría con una tercera y cuarta sustancia de orden ilegal es la mariguana, cocaína o anfetaminas”, citó.
Agregó que muchos de los pacientes son referidos por el seguro social, con quien la institución tiene un convenio a nivel nacional “nos refieren pacientes que están ya dispuestos a dejar de fumar y que tienen entre los 65 a 70 años. Siempre es un muy buen momento para quitar un hábito y un consumo de una sustancia tan peligrosa y dañina como los es el tabaco, por ejemplo”.
Indicó que el 70 por ciento de las personas que se atienden son hombres y el resto mujeres, “por lo regular son más hombres los que acuden a tratamiento. En los últimos dos años comenzó a cambiar esta tendencia y ahora cada vez más mujeres se animan a empezar y hacerse el tratamiento. No quiere decir que sean más siempre los hombres los que consumen”.
Resaltó que lamentablemente las estadísticas dicen que la mujer está empezando a ocupar el mismo nivel en cuestión de consumo que el hombre, hablando de drogas.
Admitió que las mujeres son más reacias a acudir a tratamiento por el estigma social “debemos de hacer que la mujer entienda, que si tiene un problema se acerque a tratamiento, porque desafortunadamente todavía por la parte cultural les cuesta trabajo aceptarla y sienten una presión social más específica y con un estigma más impregnado en ellas en creer que tienen un problema de adicción y por lo tanto ir al tratamiento es difícil. Pero tenemos que aceptar y entender esta parte”.
Comentó que afortunadamente los pacientes que se acercan a tratamiento no llegan con etapas avanzadas “siguen llegando con nosotros en etapas de sociales, algunos en etapas funcionales, todavía con sustancias y solamente un tercio de todos los pacientes llegan en etapas disfuncionales”.
Indicó que es importante hacer labores preventivas desde el seno del hogar “está en nuestras manos motivar a aquellas personas que consumen a que lo dejen de hacer por medio de un tratamiento efectivo y profesional”.
Asimismo, continuó, deben incentivar a las personas que tienen cerca a una vida totalmente alejada del consumo de sustancias, “una vida libre de adicciones. Hay formas y estructuras muy especificas con las cuales CIJ cuenta para ese problema de adicción”.
En ese sentido dijo que el CIJ ha jugado un papel importante en materia de prevención, “siempre hemos estado dispuestos es brindar información clave a la ciudadanía, que ubique claramente el problema de las sustancias adictivas, que vea que no es un juego, no es moda, no es algo pasajero. En la medida en que las personas tengan más acercamiento a las sustancia, pueden anclarse en un consumo que los pueda llevar a situaciones más difíciles y desgraciadamente a la muerte o un desenlace fatal”, concluyó.
Numeraria
350 a 400 pacientes de nuevo ingreso al año