Elena Rojas, Zamora
La Universidad del Valle de Atemajac (UNIVA), plantel Zamora-Jacona, ya cuenta con la certificación de la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM) como edificio libre de humo de tabaco, misma que entregó ayer el jefe de la Jurisdicción Sanitaria 2, Mario Héctor Silva Chávez, al director de la institución, Jaime Reyes Jiménez, con la develación de la placa que da testimonio de la preocupación de la institución por fomentar la salud y el respeto entre la comunidad estudiantil.
En evento desarrollado en el edificio de UNIVA ubicado en la calle Madero, Silva Chávez señaló que el consumo de tabaco arroja en promedio cada año 5 millones de defunciones en el país por enfermedades asociadas a su consumo, como puede ser cáncer pulmonar, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfisema pulmonar, hipertensión, diabetes, lisdipidemia, etc.
Añadió “el cigarro tiene identificadas 4 mil sustancias tóxica, 250 de ellas directamente que afectan la salud del ser humano y 50 que son cancerígenas. Una persona que consume una cajetilla o más al día duplica el riesgo de padecer las enfermedades ya citadas, además a las mujeres y hombres en edad reproductiva que lo consumen se les disminuye la posibilidad de fertilidad. Por otra parte, un fumador pasivo, el que está en un lugar donde alguien más fuma, es como si fumara en promedio entre 1 y 10 cigarros al día”.
Comentó que el mayor impacto que se tiene en la reducción de problemas de salud es la educación, de ahí la importancia de que las instituciones se certifiquen “las instituciones educativas deben propiciar una educación integral, es decir no solo profesional sino informarle a los jóvenes cuales son aquellos elementos que van a fortalecer su desarrollo personal e intelectual. El consumo del cigarro afecta el aprendizaje, la reproducción y la salud”.
Dijo que en esta región ya se han certificado 43 instituciones como edificios libres de humo, desde escuelas, hospitales y centros de salud, “son muy pocos, aún tenemos que hacer mucha labor, porque previamente se tiene que convencer al personal de los espacios a que no fumen”.
Por su parte, Jaime Reyes Jiménez indicó que su compromiso como institución católica es la formación integral, humanista y fomento de valores. “Aquí hay un valor inmiscuido que es el respeto al semejante, porque sabemos que un fumador contamina y daña a los demás, queremos crear consciencia en ello entre nuestros estudiantes. Tras esta certificación lo más importante son las acciones que vengan después estar sensibilizando a los alumnos de lo que implica ser fumador”.
Sobre los estudiantes a los que se les sorprende fumando, primero se hablara con ellos, posteriormente les impone una amonestación y en caso de incidir en reiteradas ocasiones podrían suspenderlos de manera temporal o definitiva “tendremos que aplicar el reglamento”.
Finalmente aseveró que el ser fumador incrementa la pobreza, dado que se gasta en adquirir un producto no tan barato, de igual manera afecta la productividad, dado que se desperdicia tiempo estando fumando, así como la salud y el entorno.
Numeraria
En 6 meses o más buscarán la recertificación