Oscar De La Rosa, Zamora
Hasta 70 por ciento cayó la venta de calzado en los establecimientos locales, derivado de la falta de recursos económicos entre la población. La caída drástica de ingresos significa la pérdida de fuentes de empleo y también el cierre de negocios de diversos proveedores del producto que han decidido poner fin a sus operaciones.
Así lo dio a conocer Jaime Ramos Cano, comerciante dedicado a la venta de calzado en la zona centro durante más de 25 años, quien lamentó que a lo largo de la pandemia por COVID se complique el panorama para el sector porque de allí muchas familias dependen para subsistir.
“Estamos en la cuerda floja porque el guardadito o colchón de recursos que teníamos para sobrevivir ya se agotó y tenemos esa complicación para nuestro hogar, pero también para mantener abierto el negocio, sobre todo, quienes rentan un local comercial y además deben pagar por servicios básicos”, dijo.
Mencionó que el cierre de funciones de proveedores de calzado ha propiciado que en los negocios locales incluso se llegue a presentar escasez de zapatos para la familia y además el hecho de que no se pueda cumplir con pedidos solicitados como sucede en los tiempos actuales con los huaraches.
Finalmente agregó que desde el inicio de la pandemia han vivido una pesadilla importante en la materia porque a paso gradual han visto cómo se ha perdido lo necesario para ser el sustento de varias personas y finalmente se conforma que el cierre de un establecimiento puede ser una cadena de perjuicios para muchas familias.