Venció a Los Dolores con 9 hombres 4-3
Ma. Guadalupe Covarrubias, Zamora
Con 9 hombres sobre la cancha y en un encuentro de aburrimiento de “pe a pa” la escuadra del Campestre se coronó Campeón de Campeones de la categoría Primera Especial Dos, dando fin de esa manera al maratónico Torneo de la Liga Michoacana de Futbol; a decir verdad ganó el menos peor de los contendientes en más de 120 minutos de aburridísimo encuentro celebrado ayer sobre el empatado del estadio de la unidad deportiva El Chamizal.
De no haber sido por un conato de bronca, sucedido entre seguidores de ambas escuadras, que hizo que el silbante Zamora suspendiera momentáneamente el encuentro, seguro que el público en las tribunas hubiera continuado el sueño propiciado por la desvelada sabatina…así de ese tamaño estuvo el juego.
De entrada, el juego programado para las 10 de la mañana, inició con una hora de retraso, debido a que los árbitros se presentaron 60 minutos más tarde, lo que hizo que el público en las tribunas desesperara. Ya en la cancha se guardó un minuto de aplausos en memoria del papá del “Pabi” Cortés fallecido el pasado lunes.
Los Dolores iniciaron bien el encuentro, con llegadas más seguido sobre la cabaña rival, pero una vez más la puntería de sus delanteros estuvo errática, por el otro lado, Campestre, con un juego más ordenado, a la hora de la verdad falló ante el “Chivero” novel arquero de los dolorosos que cumplió el poco trabajo que tuvo. En ese tenor y con abuso de peloteó, ambas escuadras se fueron al descanso.
Para la segunda parte, el encuentro de plano cayó en el sopor (quizá por el infernal calor que prevaleció a esa hora), un desganado peloteo se apoderó del espectáculo, pocas veces lograron los dos equipos llegar a la meta rival. Por campestre ya estaba cubriendo el arco, Raúl “Narizón” Galván, quien con su experiencia detuvo la poca metralla de los dolorosos, que no se cansaron de fallar.
En un momento dado, en la tribuna se propició una serie de “dimes y diretes” que alcanzó a los dirigentes de los equipos, quienes respondieron a los insultos, provocándose una camarilla “húngara” que por fortuna no pasó a mayores, debido a que el silbante Alfonso Zamora, suspendió el encuentro para pedir a los capitanes pusieran orden en sus porras, la cosa quedó ahí, ese fue el un incidente que rompió con la monotonía del aburridísimo encuentro, que por fortuna terminó en su fase regular de 90 minutos para irse a los tiempos extras de 15 minutos cada uno, donde tampoco sucedió nada.
Ante ello y para acabar con aquel aburrido espectáculo, se decretaron los penales, donde Campestre atinó cuatro de los cinco tiros, mientras que Los Dolores fallaron en dos ocasiones, para el 4-3 definitivo.