-“Con 400 años de tradición, la tuba debe declararse patrimonio intangible”
-Indicó investigadora del COLMICH, cada vez menos tuberos se dedican al oficio
Elena Rojas, Zamora
Bebidas azucaradas como los refrescos, propiciadores de la obesidad, e incluso la cerveza, desalientan la venta de bebidas artesanales que traen beneficios a la salud, consideró Paulina Machuca, investigadora responsable del laboratorio de análisis y diagnóstico del Patrimonio del Colegio de Michoacán (COLMICH).
Esto en el marco de la primera presentación en esta ciudad del documental “Hacer tuba en México y Filipinas, cuatro siglos de historia compartida”, en el que se aborda el origen del proceso artesanal de esta bebida proveniente de la palma del coco y cuyo mayor productor es el estado de Colima, los riesgos que implica el oficio, las tradiciones que giran en torno a esta bebida desde artesanías, música, esculturas y un monumento en homenaje al tubero, etc.
Señaló que cada vez son menos los tuberos que trabajan las palmas, “en Colima solo existen 10 que suben y bajan la tuba y cada vez hay menos generaciones que se interesan en el oficio, si en este momento no está en extinción posiblemente el día de mañana si lo esté. Esto por diversos factores: falta de valoración del oficio, además es peligroso, no genera riqueza, puesto que no se obtiene mucha cantidad de tuba y muchas de las veces no se logra vender por tanta competencia de diversas bebidas”.
Agregó que el video busca revalorizar lo que es la tuba y a los tuberos. “Ojalá y el gobierno de Colima pueda declararla como patrimonio intangible, porque es una tradición que se ha desarrollado a lo largo de 4 siglos, incluso la bebida es medicinal dado que limpia el estómago, además algunos tuberos refieren que al donar sangre las plaquetas se renuevan rápidamente, e incluso en la época colonial la gente la usaba para contrarrestar el veneno de la ponzoña de alacranes, además el vinagre de tuba se utiliza para hacer barbacoa, por lo que para la cocina también es importante”.
Subrayó que mucha gente de Colima desconoce que la tuba llegó con los filipinos en el siglo XVI y gente de Filipinas no sabe que en Colima se hace tuba “es importante para los dos países que se sepa que es una tradición compartida, si bien es de origen filipino, en Colima se ha ido adaptando a los gustos locales, e incluso aquí en Zamora rara vez se llega a ofertar y poca gente sabe de lo que representa esta bebida”, finalizó.
Numeraria
50 minutos dura el documental
1 año de realización del audiovisual
4 años tiene Paulina Machica investigando sobre la tuba y el vino de cocos
400 años tienen colimenses haciendo Tuba
40 pesos cuesta litro de tuba
2 formas de consumirse: la tuba natural y la compuesta
200 pesos cuesta el documental al público interesado