– Garantiza despensas mensuales a bajo costo e instruyen con diversos talleres
Elena Rojas, Zamora.
Tres mil 600 familias de los municipios de Zamora, Tangancícuaro, Ixtlán y Chilchota son beneficiadas a través del banco de alimentos, quienes reciben despensas semanales que incluyen diferentes productos de la canasta básica, programa que sin duda repercute en su economía ante los elevados índices de la inflación, informó José Eduardo Rosas González, administrador del banco de alimentos.
“Tenemos 53 grupos distribuidos en las diversas comunidades de dichos municipios, quienes hacen llegar estas despensas subsidiadas en más de 60 por ciento, ya que tienen un costo de 45 pesos, siendo que su costo real en el mercado sobrepasa los 100 pesos”, resaltó.
Dijo que los beneficiados deben cumplir con los siguientes requisitos: estudio socioeconómico que muestre bajos ingresos y que la comunidad en la que vivan sea de alta marginación.
Explicó, “el banco de alimentos es una asociación civil (AC) que nace con la necesidad de entregar el producto que ya no se aprovecha en las congeladoras, empacadoras, tiendas de abarrotes y verdulerías para que nosotros lo hagamos llegar a las familias más necesitadas”.
Indicó que, a esta noble iniciativa, ya se han sumado diversos empresarios de la región, desde abarrotera del Duero, Mayoreo Cárdenas, Agrana, Frexport e incluso microempresarios, “en total son alrededor de 30 donatarios”.
Mencionó que para que más empresarios se sumen se garantiza trasparencia del programa, ya que se graban videos con el agradecimiento de los beneficiarios, “eso los sensibiliza aun más, pues una imagen dice más que mil palabras, e inclusive los hemos invitado cuando llevamos las despensas para que constaten esta labor”.
De manera paralela, añadió, los beneficiarios de estas despensas reciben capacitación mediante diversos talleres, ya que la filosofía de esta AC tiene el slogan, “no me des pescado, enséñame a pescar”.
“Tenemos que motivar a que las personas busquen la manera de salir de la difícil situación económica en que viven, que más que un apoyo alimenticio, les garanticemos orientación en diversos temas enfocados a su crecimiento personal”, subrayó.
La instrucción va desde talleres productivos; de trabajo social; preventivos; psicológicos y nutricionales, “nos enfocamos en lo social y en lo humano”.
Reveló que con el apoyo de investigadores del Colegio de Michoacán (ColMich) ya realizan una investigación sobre carencia alimentaria y anemia en la región para tener un censo y en base a ellos redoblar los esfuerzos en materia alimentaria.
“No obstante, como trabajamos con muchas jefas de familia, hemos notado que el mayor problema en la zona es que ellas están dañadas psicológicamente a causa de violencia intrafamiliar y el estrés, lo que repercute en descuido de la alimentación de sus hijos y de ellas mismas”, finalizó.