Redacción
Aumentan las críticas y el hartazgo de la ciudadanía ante el abuso de las peregrinaciones, ya que hacen imposible el tránsito en todo el centro de la ciudad. Las marchas salen de cualquier punto y sin ningún orden.
La autoridad municipal está rebasada, como lo hace evidente esta foto donde los motociclistas están usando las banquetas para transitar.
Las afectaciones no solo son para los que tratan de circular en automóvil, sino también para los comerciantes locales que ven mermada sus ventas, ya que muchos consumidores dejan de ir al centro a realizar sus compras en estos tiempos decembrinos y mejor lo hacen en tiendas departamentales.
La solución a este conflicto es usar el propio atrio del Santuario de Guadalupe para que allí se realicen las manifestaciones de fe, pero ni la autoridad municipal hace nada ni el encargado de dicho recinto, el padre Ventura que simplemente se encoge de hombros diciendo: no es mi problema.
Y si, no es su problema, es de la autoridad municipal quien no ha querido entrarle a ese tema por miedo a que le reclamen los marchantes, sobre todo ahora que vienen las elecciones municipales.