- Aseguran habitantes tras danza de los Tlahualiles que dio colorido a la celebración
Oscar De La Rosa, Sahuayo
“Aunque la critiquen por ser un carnaval, la fiesta del patrón Santiago sigue y se mantendrá firme con el paso del tiempo. A muchos no les gusta que haya diversidad; a otros sí. Lo más importante es que pasan lo años y no se rompe el culto heredado por nuestros ancestros”, puntualizaron habitantes de Sahuayo a EL INDEPENDIENTE TV, tras la subida del santo acompañada de la danza de los Tlahualiles como atractivo principal de la celebración.
Durante el evento participaron alrededor de 4 mil Tlahualiles danzantes ante el asombro de miles de personas que se dieron cita en las principales calles de Sahuayo. Las máscaras que dieron colorido a la marcha medían alrededor de 2 metros de altura con un peso de 10 a 20 kilos, sin contar lo pesado de los trajes de cada participante en el desfile.
Niños, jóvenes y adultos, fueron causa del asombro de los espectadores. Cada uno cumplió con su manda religiosa por tantos favores recibidos a través de la intercesión de Santiago Apóstol, sin importar el peso de sus vestimentas, máscaras, el calor registrado durante el día y caminar durante 12 horas en promedio para completar una jornada de sacrificio físico y moral.
Los Tlahualiles se paraban a casa lugar que los invitara a danzar; a cada punto donde las familias ofrecieron el tradicional ponche de granada, que es típico de Santiago y que permitía alegrar y aligerar la carga pesada de los danzantes. También había quienes en medio de la algarabía querían sumarse al recorrido, fuera de la tradicional vestimenta, con trajes de personajes o figuras públicas, criticados por algunos habitantes, por romper con la herencia cultural de los antiguos sahuayenses.
La belleza de las mujeres, la presencia de familias y la llegada de 50 mil turistas (dato proporcionado por el Ayuntamiento), terminó por adornar una fiesta que culminará el próximo 4 de agosto con la bajada del santo venerado. Allí se espera que haya un clímax porque como muchos habitantes lo manifestaron: “es el día en que todo el pueblo se desvive para honrar al patrón”.
Al pasar de los años, hay habitantes que consideran que la originalidad de la fiesta se ha transformado y rompe con el legado cultural, pero sigue la disputa con aquellos que consideran que es necesario abrirle las puertas a diferentes gustos y que renovarse es la mejor herramienta para mantener viva una tradición milenaria, la de los guerreros vencidos, en la otra conquista de México que en esta zona ganaron los españoles con la figura del patrón Santiago.