-De acuerdo a años anteriores: persisten en región contaminantes microbiológicos en alimentos
Elena Rojas, Zamora
El 21 de Enero la Comisión Estatal contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) arrancará su campaña de muestreos en los establecimientos dedicados a la venta de alimentos, en espacios recreativos de albercas y de nacimientos naturales de aguas dulces (Lago de Camécuaro y Ojo de agua de Chilchota), señaló José María Chávez, medico coordinador de la COEPRIS en Zamora.
Señaló que en esta jurisdicción sanitaria que abarca 21 municipios se cuenta con un padrón de 22 mil establecimientos de productos y servicios, “cada 15 días estarán muestreando 5 establecimientos de aguas purificadas, 8 muestras de agua de la red de agua domiciliaria, 4 muestras de aguas dulces, 3 muestras de albercas, 8 muestreos de alimentos y 5 muestreos de pescados y mariscos. En semana Santa incrementarán al doble los muestreos”.
Detalló que se harán muestreos de análisis microbiológicos para analizar la composición de producto y descartar o detectar virus, bacterias, hongos y levaduras. También se harán análisis físico-químico de los componentes para analizar la cantidad de sales, minerales y proteínas.
Subrayó que de acuerdo al muestreo de años anteriores, persisten en algunos municipios contaminantes microbiológicos, desde coliformes totales y coliformes fecales, sobre todo en guisados y aguas frescas. Estos originan salmonelosis y fiebres tifoideas. Sin embargo estas patologías están dentro de lo esperado, ya que se llegan a registrar 40 casos anuales, sobre todo en Zamora, por ser de las ciudades con mayor índice poblacional.
“Esto se debe a la impericia que se tiene al momento de manipular los alimentos, por ello se contaminan. Esta problemática es fácil de controlar, mediante una asesoría que les garantizamos al personal para que corrijan el proceso y eviten sanciones económicas”, mencionó.
Finalmente subrayó que los establecimientos fuera de la normatividad deberán corregir en un lapso de 5 días a un mes su situación, los procesos de estos insumos para que no generen daño a la salud de la población. De lo contrario se hacen acreedores a sanciones administrativas que van desde una amonestación hasta una sanción económica desde los 200 a 40 mil salarios mínimos, o inclusive la clausura inmediata del establecimiento, dependiendo la gravedad del asunto.