-Mantener viva la fé y esperanza de aquel que vacila, en medio de una crisis
Elena Rojas, Zamora
Ante la gravedad de la pandemia del COVID-19, la Iglesia católica a través de la Diócesis de Zamora que encabeza el obispo Javier Navarro Rodríguez, solicitó mediante un comunicado a la población que se tomen medidas sobre el ministro de los sacramentos, considerando el cuidado de nuestra propia salud física y espiritual, para ponernos al servicio y cuidado de la salud de los demás, incluida la familia de los sacerdotes, de los ministros extraordinarios; así como mantener viva la fe y esperanza de aquel que vacila en medio de una crisis.
Navarro Rodríguez señaló que el sacramento del bautismo debe celebrarse sólo con la participación de los papas y los padrinos del bautizado. Además como medida higiénica, el sacerdote debe preparar sólo la cantidad de óleo consagrado que requiere en cada celebración. En el sacramento de la reconciliación, se debe realizar en un lugar ventilado, fuera del confesionario, adoptando una distancia adecuada de metro y medio y usando cubre-bocas. Para la celebración de la eucaristía, debe celebrarse en privado y disponer de algunos medios de comunicación para su difusión.
Para la distribución de la comunión a los enfermos es necesario que los ministros ordinarios y extraordinarios conozcan las medidas preventivas: lavar las manos, uso de gel anti-bacterial, usar cubre-bocas, dar la comunión en la mano al enfermo, en caso de tratarse de un enfermo sospechoso o confirmado positivo de COVID-19, el ministro extraordinario debe avisar al párroco para que este tome medidas especificas.
Para el sacramento de la unión de los enfermos, el ministro debe adoptar las siguientes medidas: preguntar al solicitante cual es el padecimiento de la persona que recibirá la unción; el solicitante debe ventilar casa y habitación del enfermo antes de recibir al sacerdote. Si se trata de un sospechoso o positivo de COVID-19, administrar el sacramento de la unión en la casa del enfermo antes de su ingreso al hospital, la unción debe realizarse con un algodón humedecido con el óleo consagrado y posteriormente quemar el algodón y considerar todas las medidas de higiene.
Para concluir el comunicado exhorta, “roguemos al Señor Jesucristo para que por su gracia pronto nos veamos libres de esta pandemia, imploremos humildemente al Espíritu Santo el regalo de su luz, capaz de purificar nuestra fe y afianzar nuestra esperanza”.