-Tiene entrañas más profundas, por lo que es tarea de todos
Elena Rojas, Zamora
“Cambiar de un partido a otro el poder, alternancia, no acaba con la corrupción. Y eso históricamente está establecido en otros lugares en el mundo. Nosotros apenas lo empezamos a observar, porque la alternancia del poder ahora se está dando por segunda ocasión en nuestro país, pero en otros países ya han vivido eso y han observado que la corrupción tiene entrañas más profundas, ya que todos debemos involucrarnos para acabar con esta problemática que lacera la sociedad”, señalo Rafael Rosales Coria, magistrado del Tribunal de Justicia Administrativa (TJA).
En el marco de una invitación que recibió el magistrado para dar la conferencia “anticorrupción y responsabilidades administrativas en el estado de Michoacán”, abundó que “desde que el hombre piensa y razona le han aflorado virtudes, pero también defectos. La inteligencia de que esta investida la mentalidad humana, permite que el hombre sea creativo y progresista, pero también esa inteligencia a veces está contaminada de circunstancias anómalas. Al ser humano le apareció la ambición, el egoísmo e inquietudes mal sanas”.
“Hay gente que quiere todo para sí y no compartir con los demás y esas son formas de corrupción, porque el mundo está para todos nosotros, pero hay que saber cómo vivir, como transformarlo, para acceder a lo que todos aspiramos: que es la felicidad”.
Agregó, “todos tenemos la condición y la aptitud de ser felices, pero resulta que hay algunos que quieren ser felices, pero no que lo sean los demás y si ven que al de enfrente le va mejor, buscan la manera de que le vaya mal. No sabemos reconocer que a lo mejor el de enfrente o el de al lado, tiene mejores capacidades o mejores circunstancias temporales. Por tanto asumimos una actitud egoísta y no estamos siendo honestos con nosotros mismos”.
Añadió, “la corrupción no solamente atañe a México y los mexicanos. Existen otros países que históricamente lo han registrado por escrito que han sufrido mucho en la corrupción. En el continente americano: Perú, Argentina y Brasil pasaron por momentos muy críticos en cuestiones de corrupción que involucraba al gobierno, pero también a la sociedad, porque para un acto de corrupción donde participa un funcionario público, curiosamente también participa un integrante de la sociedad”.
“La corrupción no es de un solo sujeto, son dos y muchas veces es el ciudadano, porque este quiere las cosas fáciles, por lo que inmediatamente se arregla con un billete. Esto en esferas de gobierno se ha vuelto tan común y tan corriente. La corrupción genera beneficio para unos y perjuicio para muchos otros”, resaltó.
Lamentó que la corrupción se genera desde las propias instancias de gobierno que realizan diversos trámites, las cuales establecen tarifas que van incrementando, en relación a la disminución del tiempo de entrega del citado trámite.
Agregó que otra forma de corrupción son los aviadores del gobierno, que cobran pero no trabajan, “si alguien es servidor público debe entender que es parte de un engranaje que se llama administración pública”.
Consideró que las actitudes de corrupción comienzan desde el hogar, “a veces no sabemos asumir un liderazgo genuino, real y autentico en el núcleo de nuestra familia, porque nos gana el sentimiento hacia alguno de nuestros hijos, hermanos o padres, lo que hace que establezcamos diferencias en el trato. Y dar un trato preferencial en uno, provoca sentimientos en otros”.
Comentó, “si de lo familiar nos vamos a lo público, debemos entender que la administración pública implica administrar lo que es de toda la sociedad, pero lamentablemente algunos políticos no nos representan como se debe. Por lo que la acabar la corrupción nos debe involucrar a todos”, finalizó.
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Segunda ocasión en el país, que se da la alternancia en el poder