José Guerra, Ciénaga
Personal especializado realiza revisiones a las cuevas ubicadas en los límites entre Jalisco y Michoacán tras varios ataques a hatos ganaderos de murciélagos portadores de rabia y se ha confirmado que estos hematófagos tienen su guarida en la región michoacana.
Lo anterior fue señalado por Gerardo González Negrete, presidente de la asociación ganadera de Tizapán el Alto en Jalisco quien señaló que tras las revisiones realizadas por el grupo de especialistas se determinó que las cuevas donde anidan estos murciélagos se ubican en los cerros de La Barranca en el municipio michoacano de Régules.
Estos ataques, dijo, se han incrementado en las últimas semanas al grado de que al momento es difícil llevar la contabilidad de los casos así como los gastos adicionales que estos ataques provocan ya que para evitar el sacrificio de las reses que se ven afectadas por la rabia paralítica bovina (derriengue) se tiene que estar vacunando constantemente.
En ese sentido, introductores de ganado como Salvador Ordaz Flores de la región de Palo Alto Michoacán señalaron que este brote de rabia paralítica bovina ha afectado el comercio entre ambos estados máxime que hace varios meses que fueron deshabilitadas las casetas de inspección de ganado en la línea estatal con lo que no hay un verdadero control para evitar que ganado enfermo sea comercializado.
González Negrete señaló que una vez que culmine la revisión se procederá a emprender acciones de erradicación de los quirópteros para evitar mayores afectaciones a los hatos en ambos estados.