Oscar De La Rosa, Zamora
Los restauranteros comienzan a resentir los efectos de la crisis económica que padecen los comensales al no tener recursos, porque es una realidad que tienen disminución en los ingresos por concepto de consumo de alimentos. Las ventas en el sector han caído 15 por ciento sumado a la reducción obligada que tuvieron que hacer en algunos establecimientos del 50 por ciento.
Jorge Armando Su Su, presidente de la asociación de bares y restaurantes, informó que la causa principal es que los clientes no tienen dinero y ven más limitadas sus opciones de acudir a comer durante los fines de semana a los lugares de preferencia para pasar un rato familiar.
“La crisis se agrava cada vez más y no hay poder adquisitivo entre las personas. El problema es que si no hay ingresos, no tenemos la posibilidad de crecer o mantenernos con el mismo personal y en consecuencia debemos operar con lo básico para que el negocio no se cierre en forma definitiva”, puntualizó.
Indicó que los efectos de la crisis económica comenzaron a resentirse con mayor fuerza desde la segunda quincena del mes de julio en donde pese a que se facilitaron disposiciones para la apertura al 50 por ciento de los negocios, no se han dado los resultados a nivel de consumo o ingresos en la actualidad.
“Seguramente la última parte del año vamos a vivirla en un marco de incertidumbre. No es un panorama alentador porque estamos a la expectativa de mantenernos o dejar el negocio para el año entrante que también se vislumbra complejo”, finalizó.