-Pretenden reconciliarse con laicos e incluir a grupos étnicos purépechas en año jubilar
-Dieron inicio las festividades por el 150 aniversario de la Diócesis de Zamora
Oscar de la Rosa, Zamora
“No siempre los religiosos hemos atendido a nuestro ministerio, porque lejos de ser signos del Reino de Dios, hemos perdido la brújula dejando que se nos escape la frescura del evangelio. A veces junto con otros sacerdotes nos hemos sentido una casta privilegiada por encima de los demás, sin tomar en cuenta que al señor debemos seguirlo sin alforja, ni sandalias”, puntualizó Jaime Calderón Calderón, obispo auxiliar de Zamora, durante la homilía de la celebración eucarística efectuada en la Santa Iglesia Catedral y con la que dieron inicio al año jubilar de los 150 años de haber sido erigida la Diócesis de Zamora.
Subrayó que deben erradicar esa imagen de preocupación y desgaste por asuntos internos que ocurren en el seno de la Iglesia Católica, como si estuviesen enredados en sus hábitos y sotanas. Para lograrlo deberán recuperar su condición de servidores si es que quieren que resurja el interés entre los jóvenes para acercarse y consagrarse a Jesucristo.
“No hemos incorporado como Iglesia la riqueza de nuestros hermanos y los grupos purépechas, así como sus tradiciones ancestrales, su profunda religiosidad y sentido de comunidad, y escucharlos como en su momento lo hizo Fray Jacobo Daciano. Debe ser una iglesia más incluyente”, enfatizó ante la presencia de sacerdotes de 136 parroquias, más de 500 feligreses y Javier Navarro Rodríguez, obispo de Zamora, que estuvieron presentes en la misa.
Resaltó que el año jubilar tiene como propósito reconciliarse con los laicos, feligreses y el que los sacerdotes sean más incluyentes de los grupos étnicos y que renueven su vocación de escuchar y desarrollo de la capacidad de atención escuchante que finalmente es la humildad que Dios busca en cada uno de los corazones de sus pastores.
En otro orden de ideas, aseguró que durante la celebración jubilar intentarán narrar de nueva cuenta los primeros 150 años de vida de la Diócesis de Zamora, pero ahora con el corazón abierto a Jesús para hacer vivos cada uno de los acontecimientos, personajes y acciones que ocurrieron a lo largo de ese periodo.
“Los tiempos de violencia y muerte vividos por la Diócesis de Zamora durante la revolución y la época cristera, dejaron sudor y sangre al igual que en el resto del país; pero también dejaron mártires, beatos y un renacimiento en la fe, para después venir grandes cambios en los que participó de manera activa
Recordó que fue la Diócesis de Zamora fue segunda formada en el Estado de Michoacán y por consecuencia tiene una importancia histórica importante que no debe pasar desapercibida entre cada uno de los católicos de esa región, en la que habrá indulgencias para acercarse a la reconciliación.
Cabe añadir que durante la ceremonia se presentaron algunos símbolos como tocar las puertas de la Catedral con un martillo para recordar el momento en que inició la Diócesis de Zamora sus labores; además fue presentada la cruz jubilar de la que cada sacerdote asistente se llevó una réplica de 70 centímetros para llevarla a sus parroquias.
Numeraria
8 de mayo de 1862 inició sus funciones Diócesis de Zamora
272 sacerdotes acudieron al inicio de la celebración jubilar