Lucía Mora
No es noticia para los mexicanos escuchar que el dinero supuestamente dirigido para la mejora del país se va directo a los bolsillos de nuestros gobernantes. No es noticia escuchar sobre las muertes que pasan diariamente en nuestro país. No es noticia escuchar que el 43% de la riqueza del país está concentrada en 1% de la población (Oxfam, México, 2015). No es noticia escuchar sobre las malas decisiones del gobierno. No es noticia escuchar que nuestros gobernantes velan por sus intereses propios por encima de los nacionales. No es noticia escuchar que alguien no preparado es quien toma las decisiones. No es noticia escuchar sobre la lamentable situación que pasan otros mexicanos al tratar de conseguir una mejor vida en otro país para su familia. No es noticia una mala noticia.
Nuestro país está en una situación delicada, recientemente intensificada por la política exterior estadounidense. La situación delicada no inició con la llegada del nuevo presidente de EEUU. Por más que se quiera lo contrario, México ha sido un país con gran potencial y mal manejo. Con los recientes golpes que hemos recibido por parte del nuevo poder estadounidense, todos empezamos a temblar, pero los cimientos ya estaban débiles. La dependencia que creamos hacia nuestro vecino de arriba, nos generó una situación similar a la de ir acelerando en un automóvil, y que de repente alguien extraño pisara nuestro freno. Tenemos que retomar el control de nuestro propio freno.
Se escuchan las voces de altos funcionarios, uno con un mensaje de odio, división y enemistad y otro averiguando qué es lo que tiene que hacer. Se escuchan las voces de los vecinos de arriba, unos a favor de la división y tachándonos de enemigos, otros anonadados por ver la situación a la que han llegado. Se escuchan las voces de los mexicanos, unos tratando de señalar el dedo a los responsables, otros buscando una salida y otros simplemente rendidos.
No sé si es por mis cortos años de vida, o por el hecho de que todavía no he sido entumecida por las malas noticias, pero me sigue pareciendo triste cuando las personas se olvidan de que los demás también son personas. Y sí, es cierto que los tiempos son difíciles –en realidad siempre han sido difíciles–, si no usamos nuestras voces ahora, entonces ¿Cuándo?
Es inútil señalar a algún culpable, es útil que todos pongamos de nuestra parte. Apoyemos a nuestro país, sus recursos, sus personas y su potencial. Lo que necesita México en estos momentos es la unidad. No podemos enfrentar lo que viene divididos, si fuera así estaríamos perdiendo antes de iniciar. No olvidemos. No nos acostumbremos. No nos dividamos. Busquemos nuestra voz, cualquiera que sea. Recordemos a nuestros paisanos que están fuera del país. Recordemos nuestro pasado y aprendamos de él. Pensemos en el futuro y que nuestro presente determinará el futuro de nuestras familias y nuestro país.
Por último quiero dejar un extracto de uno de mis poemas favoritos de Pablo Neruda que, pienso yo, esclarecerá las mentes en estos tiempos difíciles.
No culpes a nadie
Recuerda que cualquier momento
es bueno para comenzar
y que ninguno es tan terrible para claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado;
así como la causa de tu futuro será tu presente.
Aprende de los audaces, de los fuertes;
De quien no acepta situaciones,
De quien vivirá a pesar de todo,
Piensa menos en tus problemas
Y más en tu trabajo
Y tus problemas sin eliminarlos morirán.
++Lucía Mora es Estudiante de Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey Campus GDL.