-50% de quienes acuden al CIJ consumen esta droga sintética, considerada la más peligrosa del mundo
-La mayoría de los pacientes son jóvenes, hoy día internacional de la juventud
Elena Rojas, Zamora
Se empareja en la región el consumo del cristal con el de la mariguana. La primera mencionada es considerada la droga sintética más peligrosa del mundo; en tanto la mariguana es la droga ilegal de mayor consumo a nivel mundial, señaló José Manuel Cásares Castillo, médico del Centro de Integración Juvenil (CIJ) encargado del programa de atención curativa.
Detalló que de las 300 persona de nuevo ingreso que acuden a tratamiento a esta institución, 150 consumen esta droga sintética. De estas 300 personas, el 80 por ciento son jóvenes de entre 17 a 25 años de edad y 60 de ellos son consumidores de esta droga también conocida como metanfetamina.
Mencionó que en el año 2005 el 60 por ciento de los pacientes consumían cristal, poco tiempo después desapareció el problema sin embargo fue hace 2 años cuando reinició el repunte del consumo de esta letal droga, “actualmente el 50 por ciento de nuestros pacientes la consumen, lo cual es alarmante pues va al parejo que la mariguana”.
Señaló que el cristal, por ser una droga diseñada por los mismos narcotraficantes, se desconoce que le ponen, además de la sustancia base que es la pseudofedrina, también les incluyen adulterantes o sustancias nocivas y destructivas.
Indicó que la mayoría de quienes consumen esta droga pasan a la disfuncionalidad es decir, abandonan la escuela o el trabajo, ya que empiezan a tener brotes psicóticos: alucinaciones, delirios, trastornos de pensamiento, no se adaptan, se desvinculan de la familia y de la sociedad y se inactivan, “su vida gira alrededor de buscar la droga y consumirla y requiere dinero para financiar su adicción y por ello empieza a ver delitos, situaciones que afectan a la sociedad”.
Atribuyó el problema a que se vende más este tipo de drogas por la permisibilidad que existe. Aunado a factores macro sociales como la falta de oportunidades para las personas, la falta de una vivienda digna, pobreza, frustración, porque no hay las condiciones para vivir dignamente, “toda vez que no tenemos acceso a un buen sistema de salud, ni a un buen sistema educativo, además de que se carece de oportunidades laborales”.
Subrayó, “debemos organizarnos como sociedad para contener este problema de las adicciones. Está determinado por la organización mundial de la salud que las adicciones son una enfermedad cerebral. De manera que no debemos estigmatizar a las personas que tienen adicción, porque de esa manera menos logramos que acudan a atención a la salud”, finalizó.
Numeraria
50 por ciento de los pacientes que acuden al CIJ consumen Cristal
A la par consumo de cristal con el de mariguana en esta región
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