-Sobre todo con antibióticos para tratar problemas respiratorios y analgésicos para dolor
-Su abuso genera diversos daños a salud, desde renal, hepático, orgánico y alergias.
Elena Rojas, Zamora
“8 de cada 10 personas llegan auto medicadas a hospitales públicos o consultorios particulares; o bien, acuden ya con múltiples tratamientos, es decir, recetadas por terceras personas que no tienen ningún conocimiento medico. Esto se vuelve un problema no sólo para los pacientes, quienes ponen en mayor riesgo su salud, sino también para los médicos, a quienes se nos dificulta empezar a “atar cabos” y poder dar solución a su problema”, lamentó Mario Alberto Méndez, medico.
Indicó que en sus 14 años de experiencia en el ramo de la medicina, ha notado en su consultorio particular un incremento en la automedicación, “sobre todo están utilizando amoxicilina o ampicilina, supuestamente para tratar problemas de las vías respiratorias, cuando ni siquiera tienen la seguridad si se trata de un cuadro infeccioso, viral, bacteriano o micótico (por hongos) o en casos especiales por candidiasis oral (este último sobre todo en enfermos crónico-degenerativo)”.
Dijo que la automedicación genera diversas secuelas, desde daño gastrointestinal, alergias, diarreas crónicas, constipación, dolores abdominales crónicos, cuadros de enfermedades ácido péptico, mialgias, dolor faríngeo, dolor epigástrico, e incluso febrícula.
“Con esta reacción en el cuerpo la gente puede confundirse y pensar que el problema de origen es una infección, cuando puede ser otro y es que desafortunadamente no se revisan, no se valoran y usan las dosis que ellos consideran, cuando esta, debe administrarse de acuerdo al peso del paciente, la edad y la patología y además debe considerase si el paciente es alérgico o no a determinado medicamento”, puntualizó.
Añadió que la automedicación también genera resistencia a los antibióticos, “es decir, si no se requiere el medicamento, en la siguiente aplicación se genera una memoria inmunológica y ya no funciona, ni produce este el efecto deseado o se requiere aumentar la cantidad de la dosis”.
Agregó que otro medicamento muy común con el que se abusa de la automedicación son los analgésicos, “he tenido pacientes que toman un naproxeno diario, por dolor de cabeza, generado por el estrés del trabajo, cuando a lo mejor es otra enfermedad o molestia que no requiere del antiinflamatorio”.
Concluyó al decir que desafortunadamente el uso contante de analgésicos (paracetamol, ketorolaco, diclofenaco) favorece la formación de gastropatías crónicas: ulceras gástricas, gastropatías erosivas, daño hepático, daño renal y daño orgánico, “en algunos casos, con el uso de analgésicos de alta potencia como el tramadol se genera una farmacodependencia”.