-Productores ven riesgo importante porque se puede erosionar la tierra
-Piden poner atención a situación; existe peligro de escasez de agua para riego
-Piden a diputados locales endurecer leyes para evitar acabar con agricultura regional
Oscar De La Rosa, Zamora
Un total de 300 hectáreas de bosque en la meseta purépecha han sido devastadas por el cultivo de aguacate. Los productores qué promueven ese tipo de siembra no han tomado en consideración los daños que representa poner en marcha un ciclo agrícola que no es endémico de esta zona de Michoacán.
Los daños importantes que se pueden ocasionar son la erosión de la tierra y la escasez de agua para el riego agrícola. La planta de aguacate absorbe el líquido de los mantos acuíferos, de manera que la captación de agua pluvial es prácticamente nula y por lo tanto durante la mayor parte del año se genera una resequedad en la tierra fértil.
“Es una situación lamentable, porque es poner un clavo al ataúd de la agricultura que promovemos en esta región, entre fresa y papa, principalmente. Sin agua es prácticamente imposible que se pueda desarrollar un cultivo de calidad y tener la posibilidad de hacer exportación a otros mercados, como lo hemos realizado a lo largo de varias décadas”, puntualizó Jorge Hernández Álvarez, presidente de la asociación de pequeños productores de Huarachanillo.
Comentó que la molestia generalizada entre los productores de la asociación se deriva de que nadie pone un freno a la actividad desempeñada por algunos agricultores que tienen el interés de plantar aguacate, sin importar si son tierras boscosas que generan un equilibrio ambiental en este punto de la Entidad michoacana.
Pidió a los diputados locales endurecer las medidas para evitar que se acabe la agricultura local y regional, porque no es admisible trabajar en un marco de anarquía. Es imperativo aplicar sanciones importantes a quienes no respetan las reservas naturales y terminan por exterminar la verdadera riqueza reflejada en el medio ambiente, importante para preservar la producción que se genera del campo.
“Sabemos qué existe una ley que fue promovida durante la legislatura pasada; sin embargo, observamos que no hay una aplicación efectiva de las autoridades correspondientes, porque cada vez vemos más zonas boscosas devastadas para llevar a cabo la siembra de aguacate y las evidencias son visibles, ya que algunos cultivos están casi al pie de carretera”, dijo.
Finalmente dijo que entre la asociación de productores han promovido poner un freno a esas prácticas, de manera contraria buscan incentivar la actividad de las berries y la papa porque hasta el momento ha sido la causa principal de la generación de recursos y fuentes de empleo en esta región para el sustento de miles de familias.
Numeraria
-1,800 hectáreas de papa sembradas en la zona de la meseta purépecha
300 hectáreas en meseta purépecha devastadas por cultivo de aguacate
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