José Guerra, Briseñas
Ante la precaria situación que viven en su municipio al menos medio centenar de infantes de Briseñas cruzan la línea estatal diariamente para trabajar en cruceros y tiendas departamentales en ciudades de Jalisco.
De acuerdo a Maclovia Cristina Salas, directora del Sistema DIF local, el problema estriba que ante el ingreso económico que esto representa, los padres de los menores se resisten a que el municipio desarrolle estrategias que permitan que los menores no arriesguen su integridad trabajando en ciudades como La Barca Jalisco a apenas 5 minutos de distancia.
“Briseñas es un municipio muy pequeño no hay muchas fuentes de empleo y menos para los niños y se van a La Barca que es una ciudad donde encuentran ya demasiados semáforos y tiendas grandes en las que los reciben para que estén de “cerillos” o limpiando vidrios en los estacionamientos”.
Ante ello a través del Sistema Estatal del DIF se ha procurado la entrega de becas a estos jóvenes en la intención de evitar que sigan saliendo a trabajar y evitar así los riesgos que representa el traslado y el trabajo en otra ciudad; actualmente, dijo, son ya ocho becados de los cuales siete son niñas que se encontraban en esta situación de riesgo.
“Es muy difícil tener un acuerdo con los padres de familia porque para ellos esto es un ingreso extra porque ese dinero que ganan no es nada más para sus estudios sino que se convierten ya en un aporte para la economía familiar, desgraciadamente a veces los padres no nos apoyan para que los niños dejen de trabajar, al contrario están a favor de que los niños salgan a trabajar”.
Es de precisar que esto no es privativo de la zona limítrofe ya que, por ejemplo, en Sahuayo se concentran menores de las comunidades y municipios cercanos para integrarse a trabajar en los semáforos de este municipio.