-Mientras se mantenga fervor patrio continuarán las ventas de productos
-Ya solo queda el 50 por ciento de los que operaban en zona urbana
Oscar De La Rosa, Zamora
La colocación de los llamados bandereros (vendedores de banderas) es una tradición que se resiste a desaparecer, mientras se mantenga el fervor patrio entre las personas, ya que acostumbran a comprar productos como banderas, cornetas, sombreros y rehiletes, dentro de los más importantes, para llevar a cabo los festejos patrios en el municipio.
“Las ventas se han mantenido en relación al año pasado; diariamente obtenemos ingresos de 200 a 300 pesos, durante la mayor parte del mes, pero previo al grito de Independencia las ventas llegan a duplicar o triplicar porque la gente quiere ser partícipe de los festejos con un souvenir y con el colorido que representan los objetos que vendemos”, puntualizaron bandereros abordados por EL INDEPENDIENTE.
Comentaron que ya solo queda el 50 por ciento de los bandereros que operaban en la zona urbana. Actualmente solo quedan 7 en funciones, los cuales obtienen los recursos suficientes para poder mantener a sus familias, pero también para preservar una tradición que data de décadas en el municipio.
Los costos de los productos que ofertan van desde los 5 a los 400 pesos que es el costo más alto de una bandera; sin embargo las personas optan por objetos cuyo precio no rebasa los 100 pesos para que sus bolsillos no se vean afectados y para dar los elementos suficientes a sus familiares para hacer la celebración respectiva.
“Lo que sí es evidente es que ya no es el mismo negocio de antes lo que hacemos porque cada vez resultan más costosas las materias primas para elaborar nuestros productos y porque también las ventas han disminuido hasta 30 por ciento en forma gradual en los últimos 10 años”, mencionaron.
Agregaron que mientras la población no deje de tener el fervor patrio, será complicado que termine la actividad de los bandereros; sin embargo, consideraron que hace falta fomentar valores entre niños y jóvenes sobre el colorido que ello representa porque existe el riesgo de que se puedan distorsionar los festejos.
Numeraria
15 bandereros se apostaban en la plaza principal