En el castellano medieval (español antiguo) existía el sonido fricativo prepalatal sordo /sh/*, (similar al show en ingles) Fue el rey Alfonso X, el Sabio, quien estableció que ese sonido, esa /sh/ se debía escribir con X. Y así se muestran en libros antiguos donde se puede ver la X en lugar de la J, como en este Quixote de 1605:
Cuando los españoles llegaron aquí, notaron que los nativos pronunciaban el nombre de su tierra con esa /sh/ y acentuando la parte intermedia: Me-shí-co
Pero, por esa misma cualidad evolutiva de las lenguas, alrededor del siglo XVI el castellano de la península fue perdiendo ese sonido hasta que terminó por desaparecer; para el siglo XVII el sonido /sh/ desapareció del habla, mudando hacia el sonido moderno de ‘j’ o ‘g’ ante la ‘e’ y la ‘i’, tambien la X se pronunciaba como J aunque se escribiese X.
La X exiliada de su tierra navegó, llegó a tierras mexicanas y al parecer le gustó quedarse aqui y a los mexicanos les gustó ella tanto que se nacionalizó mexicana y quizá por eso, les parece a los españoles que hablamos español antiguo, porque muchos lugares aún se escriben con ella en sus diversos fonemas. Tal vez por esa misma versatilidad de poder representar 4 sonidos, /j/ como en Oaxaca, /s/ como en Xochimilco, /ks/ como en Taxco y /ʃ/ como en Xilitla
Incluso algunos nombres propios : Ximena, Xavier, Xenaro.
Hoy en día ya nadie pronuncia “Meshíco” con la i acentuada (excepto, los lusoparlantes que debo decir, pronuncian maravillosamente bien el nombre de mi tierra: Méshico); pero queda esa X como recuerdo del sonido que tuvo. Y sí, los mexicanos seguiremos escribiendo México con X aunque los españoles y su real academia quieran venir a decirnos cómo escribir el nombre de nuestro propio pais.