¿Comisionados Jr?
José Luis Ceja Guerra
En el afán de imitar lo que ocurre en el ámbito estatal, ahora resulta que en algunos municipios el alcalde se ha vuelto una mera figura decorativa y quienes mandan son los designados por el estado para ejercer funciones de autoridades policiacas.
El problema radica en que nadie le ha aclarado a los policías municipales que no son policías estatales, siguen siendo municipales subordinados a un mando estatal lo que implica una gran diferencia.
Lo cierto es que algunos de estos mandos impuestos por el estado están haciendo ya análisis políticos de los municipios a los que los mandaron, luego queda entonces la duda de a qué vinieron ya que, estadísticamente, no se nota una reducción de los delitos que atendía la policía municipal antes de la imposición del mando único o mando unificado.
Eso lleva a la pregunta que arde: ¿Por qué en municipios como Marcos Castellanos no se implementó y no pasó nada?
Ya quedó claro que el tema del mando unificado fue una de las formas más efectivas de quitar a los aspirantes a las alcaldías un elemento de negociación bastante sustancial pues era costumbre que cada partido que accedía al poder, por ejemplo en Jiquilpan, el ciudadano ya sabía quiénes serían los elementos de seguridad pública por su reconocida filiación partidista.
Cierto antes del Mando Unificado o Mando Único, las policías locales eran un cruel remedo de las fuerzas del orden: elementos con uniformes raídos o descoloridos, con zapato tenis en lugar de botas, con placas de policía que ellos mismos mandaban hacer con algún metalero y armas sin municiones eran las constantes de los elementos.
Sin embargo, y esto está comprobado, no importa que tan perfecto sea el proyecto, plan, diseño o programa pues todo depende de la calidad moral, vocación y capacidad de las personas encargadas de ejecutarlos y es ahí donde hay serias carencias.
Evidentemente esto se verá reflejado en el próximo proceso electoral y en el afán este de nuestros pueblos de imitar lo que acontece en el estado y luego de que las principales fuerzas al interior del PRD están demandando ya la salida del Comisionado Alfredo Castillo no sería raro que en esta región algunos pidieran la salida de los representantes del mando unificados a los que llaman Comisionador Jr o Vicevirreyes.
Lo ocurrido en Villamar, en este tema, es ejemplo fiel ya que quienes han levantado la mano para inconformarse por esta nueva estrategia policial son personas de reconocida trayectoria político-sindical y militancia perredista como Eleazar Inocencio Pérez ex presidente del PRD de Villamar y seguros estamos que esto se expandirá, prueba de ello son los comerciantes de Jiquilpan y autonombrados representantes de la ciudadanía quienes de manera tímida han señalado su inconformidad.
¿Cómo afecta esto al próximo proceso? Simple, el aspirante que más ruido haga contra el nuevo esquema policial tendrá al menos el respaldo o la simpatía de aquellos ciudadanos que se han sentido agraviados por “gente que ni siquiera es del pueblo” dijo Eleazar Inocencio Pérez.
No deja de ser un asunto tentador para los aspirantes pero al igual que el fruto del timbiriche de castilla por muy dulce que pueda ser la fruta, la lengua queda escaldada por varios días y ya valorarán, los aspirantes, si le entran al juego o de plano se van por los temas tradicionales como agua, drenaje y administración municipal.
Por cierto y en el entendido de que una calle bien iluminada reduce la posibilidad de delitos, no sería raro que un buen día los Comisionados Jr decidieran que las direcciones de alumbrado público pasaran también a ser controladas por ellos.