– No hay seguridad agroalimentaria y se pone en riesgo la soberanía de México: Jorge Hernández
Oscar De La Rosa, Zamora
Pese a significar el 70 por ciento de la producción agrícola nacional, el cultivo de maíz se tiene que enfrentar a una severa crisis debido a que los agricultores no tienen garantías de precios ni subsidios, sumado a un incremento al doble en el costo de insumos de 10 años a la fecha. El panorama deja en incertidumbre la continuidad de esta actividad.

Jorge Hernández Álvarez, presidente de la asociación de pequeños productores de Huarachanillo, puntualizó que la situación es resultado del nulo apoyo al campo por parte del gobierno federal, ya que no ha tenido la voluntad política de incluir en el presupuesto de egresos los recursos suficientes para establecer una política de precios de garantía para el cultivo de maíz, que garanticen la recuperación de las inversiones que hacen los campesinos al cultivo y obtener una utilidades que les permita una vida digna.
“No vemos la voluntad para crear una institución especializada en el crédito agropecuario que cubra esta gran necesidad para la gente del campo y además el gobierno federal no ha podido o no ha querido generar las condiciones de un precio de garantía para los productores de maíz que actualmente oscila entre los 4 pesos con 50 centavos por kilo y los 5 pesos”, dijo.
Mencionó que si esa cantidad se multiplica por tonelada se puede observar que el agricultor recibe un pago de 4 mil 500 pesos por la compra de su producto y es lo que prácticamente cuesta la producción de grano, de manera que no hay utilidad. Lo ideal sería que recibieran hasta 8 pesos por kilo de maíz para obtener alguna ganancia.
Comentó que el costo de los insumos en la última década se disparó al doble (principalmente agroquímicos), porque no hay producción de fertilizante a nivel nacional y en consecuencia se debe importar este producto con todos los gastos que implica. A ello debe sumarse el hecho de que deben pagar el Impuesto Sobre el Producto de Trabajo (ISPT) que es agravante para los agricultores.
“El problema se agrava porque además no hay subsidios ni apoyos como el seguro catastrófico que otorgaba la cantidad de hasta 700 pesos por hectárea siniestrada, lo cual era raquítico; ahora no hay ni siquiera ese recurso y si hablamos de créditos de apoyo al campo no hay opciones con tasas inferiores al 12 por ciento” enfatizó.
Concluyó que, ante la incertidumbre que viven los agricultores, aumenta la posibilidad de que se puedan tomar carreteras y haya un paro nacional como medida ante la falta de respuesta de las autoridades competentes.