No se trata de cambiar de pastor, sino de dejar de ser ovejas…
Octavio Vega
Agradeciendo primeramente al Creador por permitirme nuevamente poder publicar mis ideas, mi opinión en esta columna, y enseguida a Usted amable lector, que lo hace posible al leerme.
Este día 9 próximo pasado se celebró el día de “La Marcha de la Lealtad”, y que es el acontecimiento histórico en que se refrendara hasta nuestros días la lealtad al comandante supremo, al presidente de la república.
En aquellos ayeres del 9 de febrero de 1913 en que inició la sublevación para derrocar al presidente Madero, se realizó un recorrido desde el Palacio de Chapultepec hasta el Palacio Nacional, en que el presidente fuera acompañado por los cadetes del Heroico Colegio Militar, durante el golpe de estado conocido como la “Decena Trágica”.
El concepto de “LEALTAD”, cuyo significado nos da el diccionario vendría a ser: “Firmeza en los afectos y en las ideas que lleva a no engañar ni traicionar a los demás. Entender a “firmeza”, como consistencia, un convencimiento. Comencé hablando de la lealtad sobre el estado, pero esta aplica en la comunidad, en una institución, en un partido político, en un grupo de trabajo, en una persona. Y algo importante, no es privativa de los seres pensantes…
El domingo 8 de febrero del actual se llevó a cabo la elección interna en el PAN, y ahí quiero llevar este tópico de la lealtad. Era una elección que se veía venir harto difícil, puesto que ya existía el antecedente de que habían “engrosado” el padrón de militantes.
El primero en alzar la voz fue Alfonso Martínez Alcázar, ahora candidato independiente a la alcaldía de Morelia y diputado con licencia, quien denunció el “cochinero” que existía en la conformación del nuevo padrón electoral. Él lo hizo a tiempo, renunció y consiguió ser registrado como candidato independiente para la presidencia de Morelia. El orquestador visible de esta mañosa maniobra, que no es nueva (el PAN empezó a engordar en forma incontrolable a partir del 22 de noviembre del 2009, cuando fue lanzada la campaña Entra en @cción, y continuada en 2012 por Gustavo Madero), fue Miguel ángel Chávez Zavala, y que parte del equipo de Marko (con k) Cortés, quien a la vez es una pieza del ajedrez que mueve Madero en Michoacán. La supieron hacer, y en todo el estado.
Basta ver el desencanto mostrado por Mary Doddoli en Uruapan en su cuenta de Face, así como la renuncia de Atahualpa Ventura a este instituto político. La desbandada apenas comienza, si no al tiempo mi apreciable lector, vendrán más sorpresas… Pero que tanto es lo que se juega en Michoacán para que estén con estas marrullerías y esta falsa democracia, donde los presidentes en turno inflan el padrón de acuerdo a sus conveniencias, y ésta última fue obra de Gerardo García, que bien que la supo manejar el empleado de los Gómez, integrando a su padrón a más de 500 militantes si ninguna afinidad ideológica, y lo peor, desconocidos por el actual presidente de este instituto.
Mi conclusión primera y a modo de ironía. Al parecer ya en Acción Nacional conforman su central campesina. Segunda, y más irónica, en el PAN Gómez serán…
Tercera, me parece una hábil estrategia de Gustavo Madero para sacar de la jugada a Luisa María Calderón y al grupo que lo conforman.
Por lo tanto creo que la simulación será la carta de presentación de Gerardo García y equipo que lo conforman, incluidos l@s candidat@s a las diputaciones. Hubo traiciones al por mayor en el equipo de Atahualpa Ventura, aunado a los “extranjeros” y nuevos militantes; esa fue la diferencia.
Ahora el golpe lo dio otro Madero, fue un febrero trágico para la auténtica militancia del PAN.
Esto se había quedado en el teclado. La próxima, si el Creador lo permite, tomaré como temas la acción abusiva del Mando único, que no parece tener límite. Ah, y sin faltar las penosas declaraciones del día de ayer en El Independiente de Raúl Ventura.
Agradezco su atención.
Es cuanto.