Morelia, Mich.
El comisionado para la seguridad y el desarrollo integral de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes, insistió en que los policías federales no ejecutaron a nadie en el “enfrentamiento”, del pasado martes en Apatzingán, en el que oficialmente hubo nueve muertos y 10 lesionados.
Dijo que se están realizando las pruebas periciales para esclarecer los hechos ocurridos, sobre todo en el segundo enfrentamiento donde ocho civiles murieron; al decir del comisionado Castillo esto ocurrió al repeler la agresión de los inconformes que participaron en el plantón que instalaron ex guardias comunitarias; ex integrantes del grupo especial G-250 de la Fuerza Rural y gente del grupo delictivo conocido como Los Viagras, que en un primero momento en la madrugada del martes fueron desarmados y desalojados, además les decomisaron 23 vehículos, todos ellos con reporte de robo, aclaró Castillo Cervantes.
En conferencia de prensa, celebrada en Casa de Gobierno, el comisionado Castillo se centró en demostrar que los policías federales no ultimaron a ocho manifestantes en el segundo enfrentamiento como trascendió desde ayer.
Castillo presentó cuatro videos en lo que se puede observar, cómo ayer martes, a las 7:40 horas aproximadamente, un convoy de grúas y patrullas federales transportaban al corralón 23 vehículos decomisados a los manifestantes, y cómo después, en 20 camionetas, los civiles los alcanzaron; incluso mostró cómo los tripulantes de una Dodge Ram blanca y de una Arcadia, Cadillac, rebasaron al convoy para tratar de impedir que los vehículos asegurados fuerzan resguardados y se les devolvieran.
No obstante, en los videos no se observa el enfrentamiento, pero se escucha cuando inician los disparos, se muestra cómo gente desarmada sale de las camionetas corriendo para buscar protegerse.
Las camionetas y grúas de los federales iban despacio, rumbo a la salida a Huáncito, a unas 10 cuadras de la alcaldía. Sin embargo, Castillo sostuvo que en los dos vehículos antes señalados, donde murieron siete personas instantáneamente y una más en el hospital, fueron quienes agredieron a los federales con armas nueve milímetros y un rifle calibre 223, además dieron positivo en las pruebas de rodisonato de sodio.