En avalancha
José Luis Ceja Guerra
Como avalancha comenzaron a caer los nombres de aspirantes perredistas por la candidatura a la alcaldía de Jiquilpan y, como en todas partes, hay propuestas muy serias y otras que de plano parecen anuncios de 28 de diciembre.
Entre los nombres que brotaron este fin de semana se encuentran los de Wendy Macías, de la AC Hoy cumplí mi sueño que está en la lista, digamos seria, junto a Gerardo Olloqui, ex presidente del comité municipal y Nicolás Vargas ex regidor y actual dirigente municipal de la Alianza por la Unidad Democrática a más del ya varias veces ex aspirante Roberto Mejía.
En el otro extremo de la lista se encuentran Abel Vargas, ex regidor y quien iniciara la actual administración como Oficial Mayor sin embargo, dicen los que saben, que a Vargas Ochoa le faltó carácter para el encargo y que tras innumerables errores fue relegado al puesto de coordinador del DIF en unas oficinas “alejadas del bullicio y de la falsa sociedad” en buen castellano, dicen, a Abel Vargas lo castigaron al mandarlo al DIF porque no supo controlar el ambiente interno del personal de la alcaldía.
Otro nombre que se inscribe en la misma categoría que Abel Vargas es el de Francisco García Leal, catedrático del Instituto Tecnológico de Jiquilpan y líder transportista, primero al servicio de Francisco Mora cuando éste era diputado federal plurinominal y enemigo después cuando Mora Ciprés fue alcalde, ello pese a que la esposa de García Leal era regidora en esa administración.
García Leal es descrito por sus agremiados de la Unión Transportista Lucía de la Paz como un hombre al que le cuesta trabajo encontrar su estabilidad emocional y muy dado a los arranques y arrebatos.
Lo curioso es que, de acuerdo a la distribución de grupos tanto Wendy Macías, Gerardo Olloqui y Francisco García Leal pertenecen al mismo equipo, esto es, al ser Wendy la líder de este grupo perteneciente al Foro Nuevo Sol, lo lógico es que los dos caballeros declinen o vayan únicamente con la intención de negociar espacios.
En lo que hace a Nicolás Vargas Miranda, es quizá uno de los pocos nombres que se presentó a la mesa política con el aval, por escrito, de su organización que en materia de organización y operación ha dado muestras de capacidad de la que a veces carece el propio partido.
Evidentemente la andanada de nombres en la lista de aspirantes revela solamente que lo que se están buscando son los espacios y las condiciones para encabezar planillas de regidores por separado ya que, dicen, la intención es buscar una candidatura de unidad que evite la sangría de una elección interna.
Aunque la verdad, los mismos aspirantes reconocen que resulta casi imposible una candidatura de unidad sobre todo porque, por ejemplo, Roberto Mejía dejó sus encargos en la capital del país para buscar la candidatura y no va a invertir en un proyecto que no encabece él y diremos que los demás aspirantes están en la misma tónica pues a lo largo de estos meses creen haber hecho los merecimientos necesarios.
No es imposible la candidatura de unidad si los aspirantes deciden esto mediante el diálogo responsable y dejando de lado las actitudes mesiánicas a las que son afectos en demasía, pero, además deberán entender que como lo propuso el grupo de Francisco Mora, la mejor posibilidad del PRD pudiera estar en alguien que no es del PRD y ofertar la candidatura a “Juan Pueblo”.
Dinastías.
La vida política de Jiquilpan, desde hace casi 100 años está ligada a Los Romero, primero don Salvador dirigiendo al municipio años después su hijo Jorge en un par de ocasiones, más recientemente Salvador Romero en la diputación federal y ahora Jorge Romero Jr. Ha anunciado que buscará la alcaldía de Jiquilpan por el PRI.
Ante ello, los cardenistas que no renunciaron al PRD han anunciado que buscarán que Cuauhtémoc Cárdenas Batel acepte la candidatura de la izquierda por Jiquilpan.