-Cocina y ventas por cambaceo, las opciones más viables para ser empleados
Oscar De La Rosa, Zamora
No existe confianza en el trabajo que desempeñan los adultos mayores, debido a que sus posibilidades de ser contratados están limitadas, siendo orillados a aceptar cualquier empleo a cambio de tener ingresos para poder subsistir.
“Es una situación lamentable para las personas que tienen de 50 a 60 años de edad porque no debería de juzgárseles por su vejez, ya que pese a no tener la misma fuerza física, sí pueden ofrecer otras aptitudes que pueden ser útiles para las empresas”, puntualizó Ramón Villanueva Romero, jefe de la oficina regional del Servicio Nacional del Empleo (SNE).
Comentó que los empresarios deberían de entender que los adultos mayores también tienen hambre y además mantienen a hijos y nietos, ya que son el pilar de un núcleo familiar, ante la falta de responsabilidad de parte de sus hijos que por alguna razón no están decididos a colaborar económicamente en la manutención de su hogar.
Mencionó que quienes logran acomodarse en una empresa son utilizados para labores de cocina y ventas por cambaceo de productos. Actualmente esas son el 90 por ciento de las vacantes disponibles para ese tipo de personas, ya que prefieren no exponerlos a labores de actividad física que puedan causarles daños.
“Lo importante para quienes quedan contratados en el área de ventas es que tienen un salario base de 3 a 3 mil 500, que sumado a las comisiones llega a ser de 6 a 7 mil pesos mensuales. En general son sueldos similares a los que obtiene una persona de edad menor, que son de entre 5 a 6 mil pesos mensuales”, mencionó.
“Los adultos que trabajan como cerillos en tiendas de cadena nacional, laboran sin un salario base y dependen únicamente de lo que la gente les da. Ese tipo de vacantes son creadas por política de los propios establecimientos y no tenemos una intervención directa en esos casos”, dijo.
Aseguró que en el transcurso de 2 semanas han atendido un promedio de 30 solicitudes de personas de la tercera edad, las cuales vienen de las colonias de la periferia de la ciudad, así como de las comunidades, ya que son lugares en donde abundan condiciones de pobreza.
“Lo único que pedimos a ese grupo de personas es que tengan paciencia; entendemos la situación y deben estar seguros de que sus casos son analizados en la red de vinculación empresarial con que contamos para que se revierta esa cultura de desconfianza su trabajo y les den esa oportunidad porque finalmente son personas que no quedan mal en el compromiso”, finalizó.
Numeraria
10 solicitudes por semana son atendidas en promedio