-Alquilan servicios particulares que rondan de mil a 2 mil pesos por noche; igualmente familiares ahora hacen esa labor
Elena Rojas, Zamora
Subió la contratación de enfermeros (as) particulares en los hogares zamoranos que tienen a un familiar en casa contagiado de COVID-19, pero igualmente se incrementó esa misma labor para los familiares del paciente, que han tenido que aprender términos médicos y la utilización de termómetros, odómetros, aparatos para la presión o cómo dotar de oxígeno.
En el caso de los primeros, sobre todo son alquilados cuando los pacientes son más delicados y adicionalmente con una enfermedad crónico-degenerativa, dado que requieren un monitoreo constante de sus signos vitales, su oxigenación, presión arterial, temperatura, etc.
En el caso de los segundos, con menos complicaciones o por cuestión económica, es un familiar el que está al pendiente del enfermo, con las debidas medidas sanitarias; así lo dio a conocer Alfredo Leal Durán, enfermero del Hospital San José, quien también se desempeña como enfermero particular, en el marco del día mundial del enfermo.
Indicó que los enfermeros particulares cobran de mil a 2 mil pesos por noche, dependiendo la gravedad del enfermo y el criterio del profesional de la salud, “la enfermería, desde la antigüedad, tiene sus bases fundamentales desde el seno familiar, con los cuidados que garantiza la madre cuando su hijo está enfermo”.
“Todos en algún momento de nuestras vidas hemos aplicado las bases de la enfermería, ya sea al limpiar una herida, colocar una venda, aconsejar sobre un medicamento simple como paracetamol o naproxeno, que no necesariamente requiera receta médica o simplemente asistir al paciente: ayudar a pararse, alimentarse, etc.”, subrayó.
Sin embargo, agregó, hay aspectos en donde si requieren de más conocimientos, “de ahí la importancia de nuestra carrera, desde conocer el tipo de medicamentos que requieren de receta médica, como son los antibióticos y las dosis en que debemos suministrarlos, cómo aplicar una inyección, saber ser resolutivos y actuar adecuadamente ante una emergencia, entre otros”.
Añadió que la enfermería también tiene su origen en la primera guerra mundial, “las monjas de los conventos empezaron a ayudar a los enfermos o los soldados que perdían alguna extremidad o estaban heridos. Algunas inclusive acudían a los espacios donde se concentraban los enfermos y como no había luz llevaban algunas lámparas de petróleo para alumbrar al enfermo”.
Por ello, mencionó, cuando se gradúan de esta noble carrera, “llevamos siempre como insignia una lámpara, porque representamos la esperanza, somos una luz para el enfermo en sus momentos de agonía. Por ello las lámparas son un icono histórico que caracteriza a esta profesión”.
Finalmente recomendó a los familiares que tienen un enfermo de COVID-19 en casa y se le dificulta contratar los servicios de un enfermero, es importante que lo aíslen, lo hidraten constantemente, lo alimenten sanamente y cuando le acerquen alimentos debe ser con la debida protección.