-Mayoría son de importación y tienen elevados precios
-Conductores ya no les interesa dar mantenimiento preventivo a sus vehículos
Elena Rojas, Zamora
“China es el fabricante líder de refacciones automovilísticas, sin embargo, a raíz del COVID-19 se paralizo la producción de auto partes y las pocas que están llegando vienen bastante caras, sobre todo las partes eléctricas y electrónicas que tuvieron incrementos superiores al 30 por ciento, señaló Manuel Castañeda Vega, gerente de Fuel Injection de Zamora y presidente de la Unión de talleres mecánicos especializados de Zamora y la región.
Dijo que anteriormente las refacciones las podían conseguir en un lapso de 2 días y ahora son de 20 hasta 40 días para poder obtenerlas, “por si fuera poco, mucha gente ya no apuesta dar mantenimiento preventivo a sus vehículos”.
Indicó que prácticamente les llegan autos como cuando las personas arriban ya muy graves al área de urgencias de un hospital, “muchos de los vehículos que tenemos es porque ya no pudieron caminar o porque ya traen un problema que compromete la seguridad del dueño”.
Por tanto, dijo, “los servicios preventivos son casi nulos, cuando deberían de ser prioritarios porque la prevención es más económica, “además se resuelve con mayor facilidad. Las revisiones preventivas del carro son recomendables hacer por lo menos cada 6 meses o cada 10 mil kilómetros”.
Detalló que, si en esa revisión se detecta que se pasaron de mil kilómetros, pero si tienen refacciones de buena calidad pueden pasarse hasta por 5 mil kilómetros más sin ningún problema, pero como ahora, ante la crisis económica, muchos automovilistas optan por adquirir refacciones económicas, pero a los 2 meses vuelven al taller por las fallas que estas refacciones de baja calidad originan. Por tanto, lo barato sale caro”.
Aseguró que la mayoría de la gente con poder adquisitivo dueña de un carro prefiere “resguardarse en esta pandemia, por tanto, la demanda de los servicios y las ventas han bajado hasta en un 50 por ciento, según estimaciones”.
Lamentó, “este año fue como nadar en una alberca honda y sacar la cabeza de vez en cuando, solo para respirar un poco, ya que fue muy complicado para diversos sectores y no se diga el gremio automotriz”.
Desafortunadamente, concluyó, “mucha gente quedó sin empleo, por lo que el impacto económico fue notable, tanto en el sector servicios como en el sector productivo. Prácticamente fue un año de sobrevivencia, donde la prioridad para la gente han sido los alimentos y los medicamentos”.