-Igualmente irrigar cultivos con agua no saneada es otro reto a superar
Elena Rojas, Zamora
“En Zamora la mayor deficiencia que se tiene en las agroindustrias para poder lograr un proceso de inocuidad de calidad en el proceso de las frutas, principalmente, es que hay constante rotación de personal, lo que impacta directamente en la producción. Viene mucha gente de Zacapu, la Meseta Purépecha, y de otros municipios de los alrededores, quienes requieren de capacitación para conocer debidamente los protocolos, ya que muchos de los empleados no hacen las cosas como se debe y es donde ocurren fallas en este tipo de exigencias”.
Señaló Rosendo Farfán Cázares, ingeniero ambiental y auxiliar de sanidad en conocida agroindustria, lo anterior en el marco del dia mundial de la inocuidad en alimentos (7 de junio), expresó, “la inocuidad de los productos agrícolas es fundamental, máxime cuando son estos los que reactivan la economía de nuestra región”.
Agregó que exportar esos productos al extranjero conlleva la responsabilidad de enviarlos con calidad, “para impactar no solo en materia de comercialización, sino en la salud del consumidor, por ello es importante que desde la producción, hasta el empaquetado final vayan libres de cualquier bacteria, virus o patógeno que pueda atentar contra la salud de quien consume estos productos, incluso colocar filtros de sanitización, algunos de última tecnología como es el ozono”.
Consideró que para tener a cabalidad las medidas de sanidad e inocuidad las agroindustrias deben cumplir con un protocolo, desde el ingreso del personal deben llevar todo su equipo de trabajo completo: botas, mandil, cubre bocas, cofia, “además en la recepción de frutas se debe vigilar que esta venga en óptimas condiciones y al trabajarla el proceso debe ser con la mejor calidad”.
Dijo que las agroindustrias de la región si tienen esa cultura de la inocuidad, toda vez que deben cumplir con normas de sanidad y exigencias que marcan las empresas que les consumen.
Agregó, “sin embargo, desafortunadamente, al inicio del proceso es donde hay más fallas ya que las tierras de cultivo de esta región son irrigadas por los ríos Celio y Duero, este último presenta graves problemas de contaminación, por lo que durante años los agricultores, agroindustriales, investigadores y ambientalistas han estado pugnando por su saneamiento, sin embargo, lamentablemente no han llegado a ninguna acción para el tratamiento de esas aguas. Hay algunas empresas que cuentan con sus propios pozos y eso les favorece con una agua saneada y de calidad”, finalizó.